Loiu - La afición por la montaña es algo que va implícito en la genética de gran parte de la ciudadanía vasca. El loiuztarra Sabin Aresti es un claro ejemplo del espíritu senderista que inunda el territorio de Bizkaia. Un hombre que ha dedicado más de la mitad de su longeva vida a recorrer las cimas de una nutrida lista de moles del País Vasco; nada menos que 2.423, casi nada. “La verdad es que he subido unos cuantos, sí. Son más de 50 años yendo al monte cada semana y, aún siendo algo más mayor, sigo sin faltar a mi cita semanal”, admitía un Sabin lleno de humor y experiencia.

Su pasión por el senderismo y el paisajismo le llegó desde bien pronto. Nacido y criado en Erandio Goikoa y actual residente en Loiu, fue educado en un modo de vida campestre en el que el principal deporte y entretenimiento era el subir los picos de sus alrededores: Ganguren, Akarlanda, etcétera: “Cuando éramos jóvenes y teníamos tiempo libre siempre andábamos danzando por las campas de la zona y acabamos aficionándonos por el tema de la montaña. Al principio era un simple entretenimiento, pero poco a poco fui cogiéndole más gusto y lo usábamos también para hacer deporte”.

Poco a poco, la cuadrilla montañera de Sabin fue sumando más integrantes y hoy en día son cinco las personas que cada semana parten en expedición a las cimas vascas; José Ramón, Javier, Eduardo, Pedro y el mismo Sabin. “Todas las semanas salimos al monte sin faltar. Normalmente salimos los sábados, pero dependiendo del clima hay veces que variamos la agenda. Somos amigos de edades parecidas a los que nos une una misma pasión”, admitía José Ramón Martínez. Ambos compañeros de caminos recuerdan con sentimientos positivos los más de 20 años que llevan caminando el territorio vasco. “Al principio, subíamos, comíamos el bocata y bajábamos. Poco a poco fuimos investigando más rutas y ahora no hacemos dos caminos iguales”, destacaba José Ramón entre con la próxima expedición en la cabeza.

20 años dan para mucho. En su larga trayectoria montañera, la cuadrilla ha realizado varias excursiones de verdadero mérito. Por ejemplo, realizaron un recorrido, dividido en varias expediciones, en el que realizaron rutas desde los municipios limítrofes de Bizkaia hasta Bilbao. “Íbamos desde los últimos pueblos hasta la capital andando. Diseñábamos rutas por el monte y era un experiencia muy bonita al ser caminos diseñados por nosotros mismos”, admitía Sabin. Pero, según el vecino de Loiu, esa no resultó la aventura más satisfactoria de su extensa trayectoria: “He subido más de 2.000 montañas y he realizado rutas de todo tipo, pero lo más bonito que hemos hecho, en mi opinión, fue la vuelta a toda Bizkaia”. Tal y como suena, el propio Sabin ideo un camino que recorría la totalidad de los municipios de Bizkaia. La cuadrilla dejó a su paso los 112 ayuntamientos que conforman la provincia a su paso en un total de 59 etapas. “Fue algo realmente especial. El diseñar el recorrido nos llevó un trabajo importante pero mereció la pena. Tuvimos la oportunidad de conocer todo Bizkaia de primera mano y nos pareció fascinante”, declaraban.

En resumidas cuentas, una vida en la montaña da mucho de sí y en este caso ha permitido a esta cuadrilla vivir grandes experiencias inmortalizadas en el recuento personal de Sabin, quien uno a uno ha apuntado todas sus expediciones al detalle. “Me gustaría que una vez abandone esta vida quede un recuerdo de mi personas, en este caso en forma de hojas de ruta hechas a mi manera y datos de mis caminatas”, admitía. Pero la cuadrilla ya está pensando en su próxima excursión que, según ellos mismos, les encaminará seguramente a la zona de Balmaseda, desde donde subirán al Kolitza y darán una vuelta por los terrenos de sus alrededores.