LA solidaridad y el altruismo son dos de los valores que cada centro escolar trata de inculcar a sus alumnos y alumnas desde bien pequeños. De hecho, organizan diversas actividades a lo largo del curso para incentivar a su alumnado a realizar actividades de este tipo. Es el caso de Larramendi Ikastola, de Mungia, que ofreció a sus estudiantes de la clase de segundo de Bachillerato de la rama biosanitaria llevar a cabo el proyecto Gugaz Bat en colaboración con la ONG Sunu Buga Buga.

La labor a desarrollar por el alumnado tiene como pilar dos principales actividades cuyas recaudaciones irán íntegramente dirigidos a una casa-escuela construida por miembros de la entidad. La primera iniciativa fue ejecutada a lo largo del pasado fin de semana, cuando organizaron un mercadillo solidario con material proporcionado por los propios estudiantes. “La acogida por parte de todo el instituto ha sido brutal. Pasamos clase por clase recogiendo todo tipo de cosas y casi todo el mundo aportó su granito de arena. Cuando nos ofrecieron participar en este proyecto no tuvimos ningún tipo de duda y empezamos a pensar en que podíamos hacer”, admitía Naia Márquez, una de las alumnas de Larramendi Ikastola, que ha tomado parte en este proyecto solidario. En total, el mercadillo recogió cerca de 600 euros, una cantidad que ha cargado de energías a los estudiantes.

El próximo evento tendrá lugar el sábado 6 de abril, cuando la sala Mungirock acoja un concierto benéfico para el que se venderán cerca de 100 entradas. Las bandas locales Black Fountain y Huskies serán los cabezas de cartel, mientras que los primeros compases estarán marcados por una romería. Asimismo, la organización habilitará la opción de donar dinero a través del número de cuenta de la ONG. Una vez finalizado el concierto, el alumnado deberá ponerse las pilas para preparar la selectividad y seguir formándose sin olvidar la vena solidaria encendida en esta etapa educativa.