IN darnos cuenta, nos hemos metido en Semana Santa. Habremos de atender los servicios que don Filiberto haya tenido a bien organizar". "No se vaya a pensar usted que aquí se organiza nada del otro mundo. Este es un pueblo modesto". "Hay procesiones muy lucidas, acuérdense de las de Balmaseda...". El diálogo en la mesa de la familia Solozabal en los años treinta transporta a la villa la acción de la serie de Antena 3 El secreto de Puente Viejo que finalizará con esta séptima temporada después de nueve años. Sin Vía Crucis en 2020 por culpa del coronavirus, la emisión del capítulo del 16 de abril ha llenado los hogares de agradecimiento y nostalgia.

Y es que "ha sido toda una sorpresa porque nadie se había puesto en contacto con nosotros", para compartir el proyecto o solicitar información, según confirma el presidente de la Asociación del Vía Crucis Viviente, Pedro Salinas. Aún así, "demuestran un profundo conocimiento de nuestra representación". Cuando varios de los personajes rememoran el impacto que les produjo el realismo de la Pasión Viviente, "narran perfectamente el programa de actos que tiene lugar durante nuestra Semana Santa", cuando "¡Como para olvidarlo! Aquello es todo un acontecimiento", asiente Rosa Solozabal. "No he tenido el gusto". "Pues no sabes lo que te pierdes, Adolfo. El Jueves y el Viernes Santo el pueblo se echa a la calle y representan una Pasión Viviente. Es muy dramático y emocionante a la vez", responde Carolina Solozabal. "El Jueves Santo es la procesión de los pasos, con los penitentes descalzos y cargando las cruces, y acompañando los pasos de los romanos", continúa su madre, doña Begoña. "Sí, y con Última Cena incluida. Oración en el monte de los Olivos, el juicio de Caifás...". "Y el Viernes Santo, el juicio a Pilato y el Vía Crucis hasta la crucifixión, junto con el traslado del cuerpo al Santo Sepulcro", prosigue la matriarca. "Ha de ser un acontecimiento digno de ver, no me cabe duda", concluye Adolfo de los Visos.

La descripción se mantiene fiel a los actos actuales. En la época en la que se desarrolla la serie, curiosamente del mismo nombre que el monumento más emblemático de Balmaseda, todavía no existía la crucifixión como tal, que se introdujo en 1963. Tampoco la Última Cena, que se incorporó en 1984 y desde 2006 se escenifica en la plaza de San Severino, junto con el estreno del juicio de Jesucristo ante los sacerdotes del Sanedrín.

En cualquier caso, "nos parece una gran noticia el hecho de que nos hayan elegido entre todas las Pasiones Vivientes que se representan". Y no se trata de la primera vez que Balmaseda se asoma a la televisión estatal. También en Antena 3, parte de los vecinos que constituyen la guardia romana y algún otro personaje más acudieron a Sorpresa, sorpresa.

"Que entren... ¡los romanos!", anunciaba Concha Velasco, entonces presentadora del programa. Sentada junto a ella, Carmen Sevilla, quien preguntaba divertida, "¿qué es esto, María Magdalena ¿Octavio?", mientras sonaban los tambores, las trompetas y las lanzas al paso del desfile. Los fariseos de Balmaseda se alinearon para recibir a Charlton Heston, que sorprendía así a su compañera de reparto en la película de 1973 Marco Antonio y Cleopatra.

Pocas fronteras le quedan por traspasar al Vía Crucis encartado, el más antiguo de Bizkaia, del que incluso el Vaticano se hizo eco. Las personas que se vuelcan en él ahora desean regresar con más fuerza el próximo año.