Orozko - 16 de noviembre, en la Sala Fundación BBK de la Gran Vía de Bilbao. Es la fecha y lugar elegidos para el estreno del documental Pastoreo en Gorbeia: pasado, presente y futuro en el macizo, un ambicioso trabajo audiovisual dirigido y guionizado por el escritor José Luis Urrutia que recoge todo el ciclo anual de este ancestral oficio además de mostrar la historia de esta actividad, sus orígenes, su evolución, sus diferentes etapas así como su realidad actual y sus perspectivas.

Ha sido todo un año de trabajo y de intensas jornadas de rodaje con un equipo técnico formado por Karlos Trijueque, de TAOM; el fotógrafo Santiago Yaniz Aramendia y Txarly Marqués, de JYT kreaKtibos; y el biólogo Enrique Arberas. Además de imágenes de recurso de los bellos rincones y paisajes de Gorbeia, “hemos grabado secuencias sobre todo el ciclo del pastoreo: la época de la paridera, el ordeño, el destete, la subida de los rebaños a zonas altas de la montaña, la época de inseminación tanto natural como artificial, los controles sanitarios, la bajada de las ovejas de nuevo al valle, el esquileo o el proceso de elaboración del queso”, enumera Urrutia.

Todo ello aderezado con el testimonio directo de quienes han ejercido esta sacrificada actividad o la están desempeñando en la actualidad. “Hemos contado con la colaboración y participación activa de entre 15 y 20 pastores de diferentes generaciones, entre ellos tres mujeres en activo: Paula Menoyo, Puy Arrieta y Maribel Álava”, precisa. El documental, que alcanzará las dos horas de duración, se encuentra ya en fase de montaje “y solo nos queda grabar un par de entrevistas de nivel técnico en la Escuela Agraria de Arkaute” para acabar de dar forma a una historia “que arrancará hablando del pasado de este oficio con los pastores más veteranos para continuar haciendo hincapié en las dificultades del presente y acabar lanzando un mensaje sobre su futuro y el papel de las instituciones para el mantenimiento del oficio”.

Después del estreno oficial de noviembre, la intención de Urrutia es “proyectar el trabajo en los municipios que se han implicado o que tienen relación con Gorbeia y presentarlo a festivales y certámenes”.

Comida de hermandad A poco más de dos meses de que el documental vea la luz, equipo técnico, protagonistas y colaboradores se reunieron para compartir mesa y mantel y para “ofrecer un merecido reconocimiento a los pastores y su oficio”, indica Urrutia. La cita tuvo lugar ayer en el txoko del barrio de Ibarra, en Orozko, y contó con la asistencia de más de medio centenar de personas dispuestas a compartir una velada agradable y degustar paella, carne guisada y queso elaborado por productores de Gorbeia.

Fue el momento de ver juntos a diferentes generaciones de pastores como los veteranos José María Olabarri El Rubio, Isidro Astondoa, Juan Astobiza, Máximo Goikuria o Enrique Etxebarria, de 75 años y aún en activo con una cabaña de más de 200 ovejas que cuida junto a su mujer Jose Fina Eguiluz “y que aún llevo a las campas de Arraba”, una labor que ha sido plasmada durante el rodaje con tomas en las que “se me ve ordeñando y durante el proceso de elaboración del queso”, explica.

La visibilización de la importante labor de la mujer en este oficio también es uno de los objetivos del documental. Para ello, Ana Mari Etxebarria y Anita Astondoa se prestaron a mostrar “cómo se carda la lana o se hacen los calcetines”.

Y las nuevas generaciones, que tienen en su mano el futuro del pastoreo, también están presentes en el documental con testimonios e imágenes de Antton Iturriaga, Puy Arrieta y su marido Jon Etxebarria, Maribel Álava, Julen Morote, el matrimonio formado por Iñaki López y Belén Etxebarria, o Iker Goti. Todos ellos coinciden en que el futuro del pastoreo “está muy complicado” hasta el punto de que si alguien decide emprender y empezar de cero “es hipotecarse para, prácticamente, toda la vida”, lamenta Belén Etxebarria.

Tales son las dificultades que Iker Goti, de Orozko, está en la actualidad planteándose el futuro. “He nacido entre ovejas, conozco a fondo el oficio y tengo un rebaño de unas 250 cabezas. El precio de venta de la carne de los corderos está al nivel de hace 50 años y el de la leche, parecido. Me gustaría seguir con la actividad pero, en estas condiciones, te surgen muchas dudas”, reconoce. Eso sí, un proyecto como el documental dirigido por Urrutia “es de agradecer para que el oficio se conozca de cerca”.