EL singular edificio que acoge el Gaztegune de Arrigorriaga ha renovado y actualizado radicalmente su imagen exterior. El inmueble, levantado a mediados del siglo XX para su uso como matadero, fue rehabilitado por el Ayuntamiento en 2001 para reconvertirlo en el lugar de encuentro y de actividades de ocio y creativas para jóvenes de 12 a 15 años de la localidad. La parte inferior de sus fachadas ya fueron entonces decoradas con imágenes que, con el paso del tiempo, se han quedado obsoletas y han ido perdiendo tonalidad en sus colores azulados y verdosos. Ahora, gracias a la iniciativa planteada por el colectivo muralista Aztarnak, las paredes lucen más vivas y brillantes que nunca, llamando la atención tanto de sus usuarios como de quienes transitan al lado de unas dependencias municipales ubicadas en la zona denominada Ugertza, junto al centro histórico de la anteiglesia.

“Hace dos años y medio organizamos una exhibición con una docena de grafiteros para decorar el muro de hormigón de la parte trasera de las viviendas de Olatxu y los vecinos quedaron muy satisfechos con el resultado. Y el año pasado creamos una composición haciendo referencias al pasado del barrio de Abusu en una pared triangular de 11 metros de altura anexa al centro sociocultural”, recuerda Iñigo Modrego, de Aztarnak. La mente creativa de los miembros del colectivo no se quedó ahí y “hace unos meses planteamos al Ayuntamiento de Arrigorriaga renovar las fachadas del Gaztegune que se habían quedado ya bastante desfasadas y, tras presentar dos bocetos, aceptaron una de las ideas”, explica.

Estilo pop-art El diseño elegido, y que ya es una realidad, se basa en el estilo pop-art, movimiento artístico surgido en Reino Unido y Estados Unidos a mediados del siglo XX inspirado en la estética de la vida cotidiana y los bienes de consumo de la época como anuncios publicitarios, objetos culturales cotidianos y del mundo del cine y la música. En el caso del Gaztegune “teníamos claro que debíamos hacer algo que gustara a los usuarios del servicio, es decir, a jóvenes y adolescentes” y para ello “hemos utilizado colores planos pero muy potentes y llamativos combinados con retratos actuales y referentes a este colectivo juvenil”.

Los trabajos comenzaron a mediados del mes pasado con el empleo “de mucha pintura plástica dada con rodillo pero, en algunas zonas, también spray”. Lo más difícil ha sido la parte superior “ya que tuvimos que realizarla subidos en una elevadora y el mal tiempo que hizo algunos días retrasó un poco los plazos inicialmente previstos”, reconoce Modrego. Finalmente, el mural quedó terminado y rematado el pasado día 12 con la singularidad de que el diseño se adapta “a la mampostería de piedra caliza que cubre partes de las fachadas del edificio, creando un contraste muy llamativo”.

Sus creadores han quedado muy satisfechos con el resultado final de la obra y todo parece indicar que también los usuarios y trabajadores del centro. “Los monitores están muy contentos y nos han dicho que a los chavales también les ha gustado mucho la nueva imagen del Gaztegune. Y para nosotros es muy gratificante”. Y dada la buena aceptación de sus ideas, el colectivo muralista Aztarnak tiene intención de “seguir presentando propuestas al Ayuntamiento de Arrigorriaga para mejorar otros espacios”.