Era una de las actuaciones que el Consistorio deseaba efectuar, “y desde hace largos años”. La situación, sin embargo, no lo ha permitido. Hasta ahora. Busturia confía en poder mejorar la seguridad de Altamira, el barrio donde se ubican las pistas de tenis, la casa de cultura, la escuela o la haurreskola durante los tres próximos meses. Proyecto estratégico, la administración local destinará casi 300.000 euros para peatonalizar buena parte de la barriada y así dar por concluidos los riesgos habituales entre vehículos y menores de edad. “Los trabajos ya han sido adjudicados y confiamos en que empiecen a mediados de este mes”, vaticina el primer edil busturitarra, Aitor Aratxaga.

“Son unas obras que queríamos llevar a cabo desde hace años, pero que por las circunstancias no habíamos podido materializar”, manifestó Aretxaga, quien valora “muy positivamente que podamos dar por concluidas de una vez por todas las carencias en materia de seguridad que solemos observar en el barrio de Altamira”. Sobre todo, “teniendo en cuenta los problemas que suele haber entre los menores y los vehículos que circulan por el barrio. Ha habido algún susto ya, y no queremos que se repitan situaciones similares”.

Tres son las actuaciones principales que mejorarán la situación. En primer lugar, “como primer paso se pretende subir la cota de la vialidad en el entorno de la plaza de Altamira para situarla a la misma altura que la acera y, de este modo, conseguir una continuidad peatonal que mejore las condiciones de accesibilidad del entorno, en los accesos a la misma se colocarán guardias tumbados y se fijará una velocidad máxima de veinte kilómetros por hora”, aseguran desde el Consistorio busturitarra. “El acabado será de asfalto impreso con un dibujo que asemeje a un pavimento adoquinado, igual que el existente en el tramo ya realizado, y se colorearán las zonas para uso exclusivo de peatones. Todas las arquetas se levantarán hasta la nueva cota y en el encuentro con los bordillos de las aceras se colocarán cunetas de recogida de las aguas. Además, se ejecutarán las zanjas necesarias para soterrar las instalaciones de energía eléctrica, telefonía y alumbrado público”. Todo el entorno se convertirá en zona de uso eminentemente peatonal.

De la misma forma, en la zona sur de la actuación anterior se encuentra uno de los accesos rodados principales del barrio de Altamira. Se trata de un vial de dos direcciones, de uso mixto sin señalizar, con escasa visibilidad y una anchura variable: entre tres y cuatro metros. “La salida directa al vial de alguna de las viviendas existentes en esa calle no hace sino agravar la seguridad de las personas en ese entorno”, puntualizan. Así, mediante esta actuación se propone “ampliar la sección del camino para que puedan pasar peatones y vehículos a la vez, dándole continuidad a la acera existente en la parte norte”.

En tercer lugar, las obras en Altamira permitirán generar un aparcamiento disuasorio. “Se ha adquirido un solar en la zona oeste del barrio para acondicionarlo como aparcamiento. El terreno tiene una ligera pendiente hacia el sur, es el delimitado por el camino público en la zona norte y por las fincas particulares en el resto de lindes, con una superficie aproximada de 800 metros cuadrados”, agregan. La idea pasa porque los busturitarras dispongan de su espacio para poder aparcar, a pesar de que sus automóviles particulares queden fuera de la zona de Altamira. De esta manera, “queremos darles la opción de aparcar en las inmediaciones”, ahonda el primer edil Aretxaga.