EXISTEN ciertos retos a los que Busturialdea y Lea-Artibai deben de dar respuesta. Desafíos que ambas comarcas están abocadas a hacer frente ya sea por el envejecimiento de su población –cada vez más activa–, su apuesta por mantener sus deportes más tradicionales y su medio ambiente o por su propia configuración como sociedad. De alguna forma, la gala de entrega de los premios de los XVI Laboral Kutxa DEIA Hemendik Sariak celebrada ayer jueves en la iglesia de Santa María de Murueta, que se engalanó como merecía, fueron un canto a afanarse a esa tarea, conscientes de lo que se avecina en el futuro más cercano pero sin ningún miedo a encarar esas olas en el porvenir.

Busturialdea y Lea-Artibai son dos zonas que miran al futuro siempre bajo el prisma de sus orígenes. A ello se refirió durante su alocución inicial la directora de DEIA, Marta Martín, toda vez que el alcalde de Murueta, Julen Karrion, dio la bienvenida a los asistentes. Y si hablamos de raíces, nada hay más enraizado a su tierra que los árboles, esos ejemplares autóctonos a los que BaSOS Elkartea busca acomodo en un terreno de cuatro hectáreas de extensión –en suelos de Gautegiz Arteaga–. Ayudados en su crowfounding por el ciclista Pello Bilbao que durante el Tour de Francia donó un euro a esta propuesta por cada ciclista que quedara detrás suyo en cada etapa, va poco a poco extendiendo las redes de los bosques autóctonos. Mikel Magunazelaia, alcalde de Forua, garantizó que haría llegar el premio a sus responsables, que no pudieron acudir al evento.

7

En imágenes: Una gala de kilómetro cero en Murueta Oskar González

Quien también tiene sus raíces en la comarca, pero aspira a ampliarse al resto de Bizkaia, es Sustabiz Fundazioa. Adaptándose a los nuevos tiempos, el colectivo –liderado por un Jesús Manuel Madariaga que ha cedido los mandos a Joseba Etxebarria– persigue el objetivo de seguir haciendo que los deportes tradicionales vascos –remo, pelota a mano y herri kirolak– tengan nuevos horizontes. También partiendo de lo local pero alcanzando metas allende de nuestras fronteras, Muruetako Dinamitxie Herri Kirol Kluba es todo un exponente de la sokatira en Bizkaia. Aquello que pudo arrancar de una forma más lúdica se ha convertido en un club deportivo que en breve dispondrá de sus instalaciones en la Casa Flores –reconvertida en un gimnasio para el uso de todos sus vecinos– de Murueta.

Otra de las características identificativas de Busturialdea es su red de pequeños centros escolares que dan un servicio fundamental a sus localidades. Es el caso de Ea, Mundaka, Muxika o Busturia, pero también de Gautegiz Arteaga y su Montorre Herri Eskola –centro educativo de referencia para innumerables generaciones– que a día de hoy presta su servicio a 27 alumnos y alumnas. Eskola txikiak, herri biziak dice la canción que apela a la red de escuelas de pequeño tamaño pero de gran importancia para los pueblos. Es por ello que recibieron un galardón ayer durante la entrega de premios. En una gala de cercanía en la que primó la sencillez, su alumnado se arrancó con un bertso en el que, precisamente, aludieron a que “gracias a unas escuelas vivas, los pequeños pueblos siguen vivos”.

Otra de las realidades a las que se enfrentan las comarcas es el envejecimiento de su población. Pero existen iniciativas que, precisamente, tienen en la tercera edad su objetivo. Uno de ellos es Gernikartez, que evalúa los efectos del arte en este grupo de edad. Lo hacen de una forma innovadora: a través de un podcast que tiene como objetivo convertirse en una herramienta para mejorar los niveles de estrés entre las personas mayores de 60 años.

Alejandro Fernández de la Vega y Peio Rivas recibieron el galardón, al igual que hicieron lo propio las responsables de Arrantzaleen Museoa, con Aixa Gaztelu a la cabeza. No todos los días un centro expositivo puede celebrar su 75 cumpleaños, y es por ello que recibieron la distinción. Por último, Lore Etxea Muruetako Adinekoen Elkartea recibió el último galardón del día, dejando claro que la edad no es un impedimento para mirar hacia el futuro, como lo hacen Busturialdea y Lea-Artibai.