NTES de cumplir la mayoría de edad su padre le regaló una cámara de fotos con la que comenzó a dar rienda suelta a su pasión por la fotografía. Una faceta artística que José Mari Albisu, sobre todo, ha desarrollado con la jubilación viajando por medio mundo y captando a través del visor a multitud de personas y culturas.

Una sensibilidad especial para la composición de imágenes que ha querido compartir con sus vecinos a lo largo de todos estos años. Así, por ejemplo, se puso en contacto con el Ayuntamiento para la dinamización de actividades creativas en el municipio e impulsó un curso de fotografía que él mismo impartió en 2013 y que repitió en años sucesivos. Ese fue el origen de otro tipo de actividad relacionada con la fotografía y que cada año cuentan con numerosos adeptos como son los rallys fotográficos que organizan cada año por las fiestas de San Juan de la localidad.

Sobre esta línea, también está detrás de los Foto Walk, un encuentro no competitivo y colaborativo donde se juntan un día determinado un número de personas con el objetivo de capturar imágenes.

En este sentido, junto a esta actividad, el grupo organiza también los denominados Encuentros Fotográficos. Al mismo tiempo, en la época navideña también preparan a nivel local otro rally fotográfico para poder disfrutar de su pasión por la fotografía e inmortalizar las estampas navideñas tan características de esas fechas.

Todo ello organizado a través del grupo FotoBarrika con el que antes de la pandemia organizaban reuniones y exposiciones mensuales de fotografías, compartían experiencias y técnicas fotográficas.

Sin embargo, con la expansión de la pandemia y el confinamiento, y ante la imposibilidad de realizar estas salidas fotográficas, José Mari Albisu decidió impulsar un actividad muy creativa que se podía realizar desde casa. Así surgió el concurso fotográfico lanzado durante el confinamiento que tenía como objetivo mostrar cómo veía cada vecino el encierro. Una actividad creativa para ayudar a los vecinos a sobrellevar esas largas horas sin poder salir de sus domicilios. De esta manera, el concurso de fotografía Barrika Etxetik reunió más de cuarenta imágenes a través de las redes sociales que mostraban el día a día de los ciudadanos durante el confinamiento. Sin duda, una forma original de mantenerse activo y ocupado durante esas duras semanas, y que daban un rayo de esperanza a sus vecinos a los que animaron a participar para hacer que la espera y el tiempo en casa fuera un poco más llevadero.

"También preparé una actividad con los amigos más cercanos en la que enviaba diariamente entre 40 y 50 fotografías de distintos países para que adivinasen de qué sitio se trataba", señala José Mari Albisu. Así, ante la imposibilidad de salir a la calle a capturar momentos y escenas, se tuvo que conformar con disfrutar del archivo fotográfico acumulado durante estos años llenos de vivencias e imágenes captadas a través de su nítido objetivo y que le ha permitido crear una colección que no dudó en compartir con sus seres más cercanos.