Dos equipos rivales bien avenidos
Los clubes de fútbol Larramendi y Arbuyo, de Alonsotegi, recibirán el DEIA Hemendik Kirol Saria
SI la comarca de Enkarterri tiene un deporte rey es el fútbol, sin lugar a dudas. Puede que no sea original, pero el amor que los habitantes de los pueblos de la zona sienten por este deporte va más allá de la pura competición. Y eso precisamente es lo que han premiado DEIA y Hemendik al conceder el Kirol Saria al Club Deportivo Larramendi y a la Sociedad Deportiva Arbuyo. Los dos son de Alonsotegi y llevan muchas décadas consiguiendo que el balompié sea algo más que grandes estrellas.
José María Zubero es el presidente del Larramendi. Reconoce que "este tipo de premios siempre alegran mucho porque te das cuenta de que se valora el esfuerzo y la cantidad de horas que metemos un grupo de gente por nada, sólo por el hecho de que este club se mantenga y siga formando a chavales".
Está convencido de que "hemos pasado muchos momentos ingratos, porque muy poca gente reconoce la labor de unos pocos". Sin embargo, Zubero cree que "estamos haciendo las cosas razonablemente bien y el club se sostiene, que es lo importante".
La estructura del conjunto cuenta ahora con un total de seis equipos: "El año pasado teníamos uno más, pero siempre hay alguno que no llega porque no hay suficientes chavales". Aun así, el presidente dice que "no nos podemos quejar porque el primer equipo está en la mitad de la tabla de Preferente, segundos los chavales de Tercera Regional y muy bien el equipo juvenil, cadete, benjamín y alevín".
Explica que "aparte del primer equipo, el resto está para que los chavales se diviertan y aprendan los conceptos de jugar coordinándose con otros, solidaridad y capacidad de sacrificio". Ante el futuro, Zubero asegura que "poco más se puede pedir a los vecinos y a los que apoyan al club". Y continúa: "Estamos en una época en la que la cantidad de equipos ha aumentado y el número de chavales ha disminuido, por lo que hacer una serie de equipos competitivos es muy difícil", concluye.
Ahora, "lo que toca es aguantar el tirón. Para clubes pequeños como el nuestro es difícil resistir bajones como la crisis. Lo estamos notando porque los patrocinadores no nos apoyan como antes, cosa que es normal en los tiempos que atravesamos. Y, mientras los ingresos bajan, los gastos se mantienen e incluso suben", apostilla Zubero.
S.D. Arbuyo
Corazón de barrio
En la Primera Regional transita con tranquilidad después de unos años complicados un equipo que desborda ilusión y fuerza de voluntad. La S.D. Arbuyo lleva el nombre de su barrio por los campos de Bizkaia acompañado de una afición de esas que no se compran. O se tiene o no se tiene.
Por eso, las primeras frases que pronuncia Víctor Linares, conocido como El Chino, van dirigidas a esa masa de seguidores incondicionales: "Lo mejor que tiene el Arbuyo es que funcionamos como un equipo de barrio, en familia, y eso es lo más bonito y lo que más llena a los que juegan y la directiva".
El ejemplo de Víctor es un reflejo de lo que es este club. Empezó a jugar en el equipo hace más de diez años y ahora es el capitán. Con cierta frecuencia ha tenido que ejercer de entrenador. En varios partidos fuera de casa ha hecho de utillero y desde hace un año es el presidente del club. Como un buen empresario, Víctor se conoce todos los entresijos del conjunto pero sus aspiraciones no son materiales: "Lo que quiero es que este club se mantenga y pueda vivir tranquilo".
El destino quiere que la buena racha que están disfrutando en estas primeras jornadas de Liga suponga al equipo un nuevo quebradero de cabeza porque no habían previsto gastar tanto dinero en primas a estas alturas de la temporada. La consecuencia es que están preocupados por una racha que, de continuar así, puede ocasionar algún problema de liquidez en la entidad.
De todas formas, se lo toma con mucha tanquilidad y con el orgullo de quien ha conseguido "una plantilla competitiva con un equipo técnico muy implicado y con un inicio de campeonato muy bueno". Linares asegura que "lo más complicado en un club como éste es conseguir una plantilla óptima porque los chavales no abundan, porque hay otros entretenimientos que les llaman y porque casi todos los años hay una renovación total de jugadores".
Este polifacético presidente y apasionado del fútbol y del Arbuyo no escatima en elogios para "todos aquellos que colaboran de una u otra manera en que el club siga vivo; tanto instituciones como bares y comercios pasando por los aficionados que no fallan cada domingo".
Ni Larramendi ni Arbuyo hablan de rivalidad porque no es motivo de discusión. Sus relaciones son buenas aunque siempre que hay dos equipos en un mismo pueblo la rivalidad es inevitable. Sin embargo, este DEIA Hemendik Kirol Saria les une.