La larga caravana de vehículos que desde la rotonda de acceso a La Arboleda hasta las inmediaciones del barrio abantoarra de Triano, unidos a los que colmaron el parking cercano a Larreineta y los accesos al campo de golf de Meaztegi de Ortuella, daban fe de que los ciudadanos no estaban dispuestos a perderse por segundo año consecutivo la feria agrícola, ganadera y artesanal de Trapagaran. Ni siquiera las previsiones de más del 80% de probabilidad de lluvia hicieron mella en el ánimo de los trapagarandarras y vecinos del resto de municipios de Meatzaldea y Ezkerraldea-no así del top manta- a la calle principal del poblado minero.para acercarse a la XX edición de esta cita ferial que este año, además, sometía al arbitraje de expositores, hosteleros y público asistente el nuevo diseño de la feria que ha liberado de casetas

"Creemos que en términos generales la feria agrícola y ganadera ha sido un rotundo éxito de público, aunque las previsiones meteorológicas negativas seguro que han restado visitantes", valoró la concejal de Cultura, Silvia Mera quien destacó que con el formato estrenado ayer domingo "nos hemos adelantado a las recomendaciones de Eudel porque el cambio, no solo ha dotado a la feria de mayor amplitud que las anteriores ediciones evitando importantes aglomeraciones en un espacio muy reducido como era la plaza principal sino que además hemos separado las txosnas, donde se puede comer y beber, de la zona ganadera y la exposición agrícola y artesanal por donde se mueve el mayor número de público asistente a la feria".

Un evento que este año contó con más de 300 cabezas de ganado expuestas por un total de 39 ganaderos de la zona. Así, a lo largo del recinto festivo, en el aparcamiento principal del enclave, se instalaron espacios vallados para la exhibición de ganado vacuno, caprino, ovino -latxas y carranzanas- y caballar así como otros animales de granja como las ocas. Un espacio donde como es habitual los más pequeños de la casa disfrutaron descubriendo en vivo y en directo a los animales del agro vasco. También los mayores pudieron constatar el gran nivel de calidad del ganado que se cría en el entorno de los montes de Triano. Caballos, yeguas, pottokas, y, especialmente, el ganado vacuno causaron sensación entre los asistentes.

Recuperación

"Esta ha sido una feria muy especial tras un año de parón en el que el sector de la ganadería y la agricultura ha sido bastante afectado y perjudicado durante estos meses en los que han tenido que estar parados. Ahora, por lo menos, han recuperado su espacio expositivo. Habría que decir que he tenido oportunidad de pasearme por los stands ubicados en el parking y la verdad es que les he visto bastante contentos", indicó Silvia Mera.

Una sensación que compartían los responsables de las txosnas ubicadas en la zona de aparcamiento junto a la parada del autobús. "Teníamos la incertidumbre del tiempo porque las previsiones de que lloviese de manera continua así lo indicaban pero parece que Santa Bárbara se ha aliado con los mineros y el tiempo ha aguantado, lo que ha hecho que se acerque mucha gente a La Arboleda", señaló uno de los hosteleros ambulantes mientras ultimaba un pedido de talo con chorizo, el rey de la feria.

Al otro lado de la carretera, se encontraban la mayoría de las 30 casetas instaladas este año donde los visitantes pudieron encontrarse con una gran variedad de productos como hortalizas, fruta, queso, pan, txakoli y productos de repostería. "Aún es pronto para hacer un balance de cómo han ido las ventas y el impacto económico que ha generado la feria pero en mi visita por los stands he podido ver muchas bolsas con productos que habían adquirido en las casetas ", aseguró Silvia Mera.

Igualmente satisfecha, aunque con algunos matices se mostró Iratxe Ríos, portavoz de la asociación de ganaderos La Ronda, quien remarcó que "otro año más ha habido éxito pero aquí, te diría que el éxito está asegurado. Sobre todo en invierno porque la gente viene a La Arboleda haya feria o no, pero claro si encima hay feria viene mucha más gente. Hoy además el tiempo nos ha acompañado". La portavoz de la entidad señaló que el nuevo formato de la feria "para el poco tiempo que ha habido para prepararlo y las dificultades que hemos tenido para coordinarnos, ha ido bien especialmente por el cambios de ubicación de las casetas en el parking ya que permite crear tres ambientes diferentes, el ganadero por un lado, el agrícola por otro situado muy cerca, y por último la plaza donde se concentra la hostelería".

Turismo

Quien estaba definitivamente satisfecho con el transcurso de la cita ferial era Carlos Marquina, concejal de Deportes y Turismo que ponía en valor la importancia de este tipo de eventos para la economía de la zona alta de Trapagaran y para el conjunto del municipio. "Gracias a esta feria agrícola y ganadera, que congrega todos los años a miles de personas, como hemos podido comprobar hoy (por ayer) nuevamente, se ve beneficiado de una manera muy importante el sector hostelero, se dan a conocer los productos de las huertas y ganaderías autóctonas y se pone la semilla para que esos visitantes vuelvan cualquier otro fin de semana y disfrutar de todo el atractivo turístico que tiene nuestro municipio", recordó Marquina que este año preparó una sorpresa a los visitantes con la incorporación de unos Joaldunak que amenizaron parte de la mañana danzando con sus cencerros por el recinto festivo. Una actividad que no estaba recogida en la programación oficial y que sorprendió gratamente a los numerosos asistentes en La Arboleda. Lo que sí estaba en el programa, organizado por el Área de Deporte, eran diferentes modalidades de herri kirolak que se desarrollaron en el patio del albergue foral. Allí se pudo presenciar las actuaciones de harrijasotzailes y aizkolaris. Pensando también en la diversión de las y los más pequeños de la casa la feria organizó diversos talleres de manualidades agrícolas, y enseñó a los niños y niñas participantes los pasos para la elaboración de talo y pulseras de lana de oveja.

"La Feria Agrícola y Ganadera de La Arboleda ha vuelto a demostrar que es uno de los principales escaparates del sector primario de la comarca y que es además una feria atractiva ya que cuenta con una oferta muy variada y con actos para disfrutar en familia, lo que se traduce en una cada vez mayor lista de espera de productores que quieren acudir a La Arboleda", defendió la concejala de Cultura Silvia Mera quien reconoció que "si hubiéramos traído más casetas a esta feria las habríamos llenado sin ningún problema".

Uno de los mayores cambios de la feria estuvo en la plaza de La Arboleda, su calle principal, que al verse liberada de las casetas ganó un gran espacio para las terrazas de los hosteleros del enclave. "Con este cambio hemos logrado más amplitud para que la gente pueda pasear y la plaza puede decirse que ha quedado para los hosteleros por lo que suponemos que estarán contentos con el cambio", aseguró. Por su parte el alcalde, Xabier Cuéllar, agradeció la colaboración ciudadana que ha "permitido que hayamos tenido una feria tranquila con conductores respetuosos y con más viajeros en transporte público".