Dicen que "se juega como se entrena", pero ¿cómo jugar si no puedes entrenar? En esta situación se han visto, a causa de la pandemia, varios equipos del Club Baloncesto Paúles de Barakaldo, hasta el punto de que los cuatro equipos senior y un cadete del club fabril han decidido dejar sus competiciones. La decisión fue tomada por las cuatro plantillas cuando las federaciones Vasca y Vizcaina pasaron entre los clubes un cuestionario en el que se abría la posibilidad de retirarse de la competición ante la situación de inestabilidad existente a causa del coronavirus "No ha sido una decisión fácil, pero la situación era muy complicada. Hemos llegado a reservar canchas en otros municipios para que entrenase el equipo senior femenino de Segunda Nacional, pero esto era o cortar por lo sano o gastar un dinero que no tenemos", señala Alfonso Doctor, presidente del Club Baloncesto Paúles.

Han sido varios los factores que han llevado a estos cinco equipos a tomar esta complicada decisión. El primero de ellos, el no tener un lugar garantizado para entrenar, ya que el pasado mes de junio el colegio San Vicente de Paúl, lugar donde se creó y donde ha crecido la entidad durante más de medio siglo, comunicó al club que, debido a la pandemia, no se haría ninguna actividad extraescolar a lo largo de este curso, medida que incluía los entrenamientos de los 25 equipos de este club. "Debido a la situación actual, el colegio tomó esta decisión que debemos respetar y, en base a ella, intentamos planificar la temporada de la mejor manera posible", explica el presidente de Paúles. La alternativa ante esta situación era entrenar en instalaciones del IMD de Barakaldo en las horas que quedasen libres y así lo hicieron, en la medida de lo posible tratando de hacer encaje de bolillos, pero una huelga de personal echó al traste los entrenamientos del club. "El IMD de Barakaldo tiene las instalaciones que tiene y nos cede lo que puede, pero con la huelga fue imposible que entrenásemos", indica Doctor. Toda esta complicada situación se hizo insostenible cuando, además, a los deportistas residentes en municipios en zona roja no se les permitía salir de sus localidades para ejercitarse. "Sobre todo, en los equipos senior, hay jugadores y jugadoras de varios municipios y desde mediados de diciembre ha habido equipos que han podido hacer, como mucho, tres entrenamientos juntos", reconoce el presidente de Paúles.

El no tener un lugar asegurado de entrenamiento, la incertidumbre acerca del inicio de las competiciones y sus parones y las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia han ido haciendo, cada vez, más complicado el hecho de que los equipos de Paúles pudiesen, al menos, prepararse de cara a la competición. Uno de los equipos que ha decidido no continuar jugando esta temporada ha sido el senior femenino de Segunda Nacional. Este grupo, en principio, decidió buscar una alternativa de entrenamiento fuera de la localidad ante la posibilidad de que la suya fuera una de las primeras competiciones que se reiniciase, pero el coste económico era demasiado elevado para un club tan histórico como humilde."No podemos competir sin entrenar. En todo el año hemos podido jugar tan solo tres partidos, hemos podido entrenar muy poco pese a que nos fuimos a entrenar, incluso a Leioa. Cuando las federaciones pasaron al equipo el cuestionario, decidimos que sin campos de entrenamiento asegurados ni entrenaríamos ni jugaríamos. Las jugadoras estaban cansadas de la situación y son personas que tienen sus trabajos, sus familias, sus vidas...", indica Mikel García, entrenador del equipo.

Futuro del club

En esta situación, la intención del club barakaldarra es salir a competir con el mayor número de equipos posible la próxima temporada. Son conscientes de que, este año, han perdido muchos jugadores y jugadoras por no haber podido tener equipos de minibasket, pero la intención es seguir ampliando su medio siglo de historia y continuar siendo un referente del baloncesto en la localidad.. Para ello, según apuntan desde el club, habrá una reunión en abril con la dirección de San Vicente de Paúl para tratar el posible uso de las instalaciones de cara al año próximo. "Si nos dicen que podemos utilizar las canchas, sacaremos todos los equipos que podamos, si no es así, es posible que la temporada que viene no saquemos ningún equipo", reconoce Alfonso Doctor, presidente de un club al que las consecuencias de la pandemia están afectando de lleno.