Se pueden recitar de carrerilla las fechas y batallas de la Guerra de Independencia o se puede enseñar que las tropas francesas arrasaron el 75% de los edificios de la villa en noviembre de 1808. La asociación cultural Orexinal se ha decantado por la segunda opción en un cómic que han hecho llegar a los colegios, museos y la sede de Enkartur para que la juventud aprenda historia de una forma cercana y divertida. Titulado La orden de las primeras piedras, acompaña a Kepa y Alaitz en sus averiguaciones tras hallar una extraña piedra en el Cerro del Castillo… Se sumergirán en una aventura “por accidente”, en la que “una bibliotecaria será su guía introduciéndolos en acontecimientos del pasado de Balmaseda”, desvelan desde la agrupación.Este formato ya tiene un precedente en el que la asociación de memoria histórica Balmaseda 1937 presentó el año pasado. “Un éxito y un ejemplo de cómo mostrar al gran público momentos relevantes de nuestra historia”, valoran desde Orexinal, que ya barajaba “desde hace mucho tiempo hacer algo dirigido a ciertas edades, a veces un poco olvidadas, y trabajar con ellas de forma divertida el respeto y cariño por lo que compartimos”. Las pintadas que aparecieron el 26 de septiembre de 2019 en el Puente Viejo marcaron un punto de inflexión. Entonces “decidimos comenzar a darle forma a esta idea y, con la colaboración del Ayuntamiento de Balmaseda, se ha hecho realidad”.

Al principio “la ambición se antepuso a la lógica y quisimos abarcar un rango de edades muy amplio”. Tras la edición del primer número, “y a la espera de la experiencia con el material, consideramos que puede ir entre los 6-7 y 13-14 años”. Han planificado cuántos números serían y sobre qué temas, pero “durante los primeros tres analizaremos junto a los centros educativos si es una herramienta útil y valoraremos cuándo acaba esta aventura” y dependerá también “de la respuesta de los chavales”. Se estrenan con el Cerro del Castillo, “la gran apuesta de Orexinal desde su génesis” e introducen “una anécdota que os resultó curiosa: no pertenecía a Balmaseda sino a la corona, con lo que muchos maleantes se refugiaban allí de la justicia de la villa con la promesa de compartir botín con los soldados que lo guardaban”.

Firma las ilustraciones Francisco Riolobos, Franxurio, “cuyo trabajo ya conocíamos algunos de nosotros”. Sus dibujos desprenden “cierta ternura infantil, suele elegir paletas de colores muy vivos y este cómic también incorpora con mucha aportación por su parte al guión”. En Orexinal “nos encantan las escenas en las que los protagonistas están físicamente en los momentos históricos descritos”. Cuesta condensar “acción, historia, misterio y humor en once páginas, de las cuales más de la mitad la componen imágenes, pero “estamos aprendiendo en el proceso y esperamos dar pronto con las claves que lo hagan más interesante y didáctico”. Saben que “en Balmaseda hay una gran calidad y cantidad de investigadores, historiadores y aficionados que rebuscan en nuestro pasado” y en la asociación “tan solo queremos cubrir un pequeño espacio y aportar con acciones concretas al conocimiento de nuestra villa”.

Charlas o excursiones

Para ello, resulta esencial la colaboración de los colegios, porque “sin ellos no pasa de lo anecdótico; van a contribuir mucho interpretando y mejorando este trabajo, lo que le va a dar un valor aún mayor”. Ilusionados con la publicación, "nos gustaría poner en marcha muchas iniciativas relacionadas con La Orden de las Primeras Piedras. Sin embargo, “estamos en una realidad que complica las interacciones”. Eso sí, “no nos faltan ideas: excursiones, charlas, juegos de pistas...” que desarrollarán “en el momento apropiado”.

Y es que, como asociación cultural, “dependemos del contacto directo”. Además, se echan de menos “esos visitantes que dan tanta vida a Balmaseda”. Pese a todo, “notamos que se ha acentuado el interés de muchos balmasedanos por lo nuestro, quizá por falta de alternativas: se han organizado conferencias y salidas interesantes en estos tiempos de covid-19 que habrían tenido, por desgracia, peor acogida en otros tiempos”.