El SÁBADO se celebra el Día Mundial de la Anosmia, una rara patología que provoca la pérdida parcial o completa del sentido del olfato y que a su vez imposibilita en gran medida el sentido del gusto. Una enfermedad que a pesar de haber ganado en los últimos meses protagonismo por ser uno de los síntomas del covid-19 aún sigue siendo una discapacidad olvidada e infravalorada por las administraciones y una gran desconocida por la población en general. De ello dan fe la portugaluja Jone Luna y el trapagarandarra Javi Conejo, dos de los afectados por esta dolencia en Bizkaia y miembros de la asociación estatal que sirve de apoyo a los enfermos de esta desconocida dolencia que a nivel estatal se estima que afecta a más de 400.000 personas.

"La anosmia se origina por muchas causas, entre las más conocidas se encuentran las clásicas infecciones respiratorias, traumatismos cerebrales como los sufridos en accidentes de coche, exposición a químicos, enfermedades neurodegenerativas€ Pero también surge de forma congénita por la falta del bulbo olfatorio en el nacimiento. En mi caso fue una anosmia vírica", resume Jone Luna, antropóloga social y cultural. Máster en Intervención Psicoterapéutica y especialista en aromaterapia. "Yo me quedé sin olfato el 11 de marzo, cuando aún ni nos habían confinado, en un momento en el que ni siquiera se tenía a la falta de olfato como un síntoma del covid-19 como se hacía con la fiebre persistente o la tos. Pasaba un poco como pasa ahora con los anticuerpos. Yo no sabía muy bien entonces si era una síntoma o una consecuencia. A mí me llegó a decir un otorrino que era una sinusitis y que me diera agua con sal", recuerda esta terapeuta que gracias a sus conocimientos de bioquímica relacionados con su actividad en la aromaterapia ha ido trabajando en la reeducación olfativa.

"Entre un 10 y un 15% de las personas que han perdido el sentido del olfato tras infectarse por covid no lo han recuperado después de un año. Lo habitual, en cerca del 80% de los casos es que pasadas dos semanas se vaya recuperando y luego hay otro 10% que puede tardar dos meses en retomar la capacidad olfativa e incluso hay gente a la que les viene y les va", explica Jone Luna, una afectada que colabora activamente tanto con la asociación de anosmia estatal como con la francesa a la cual ha ayudado a traducir a castellano el protocolo de reeducación olfativa (https://www.anosmie.org/).

Esperanza

"Es importante que las personas cuyo sentido del olfato se ha visto afectado por el covid-19, e incluso por otro tipo virus, pólipos e incluso en algunos casos de traumatismos, no pierdan la esperanza ya que hay una reeducación olfativa que puede ayudarles. No es necesario comprar kits en farmacias ya que la reeducación se puede hacer en casa utilizando aceites esenciales. Se suele ir recuperando, no del todo, pero sí se recuperan sensaciones olfativas poco a poco", relata este mujer que ahora mismo sufre un grado menor de anosmia, la disosnia, que es una distorsión olfativa que introduce olores que no estaban en la memoria olfativa del paciente y que deben ser corroborados por otra persona.

Algo que conoce bien Javi Conejo, un joven trapagarandarra que hace 17 años sufrió un accidente con los gases del cloro de una piscina que le provocaron un "cortocircuito" en la señal olfativa que viaja desde las fosas nasales al cerebro y que, al igual que Jone, defiende la reeducación como el camino más adecuado para recuperar "este sentido que es fundamental para las personas. No solo afecta al nivel práctico del día a día como no poder oler el humo o el gas de una cocina o la comida en mal estado o si necesitas una ducha sino que tiene componentes afectivos mucho más importantes si cabe. Es horrible no poder oler a tu pareja o a tus hijos cuando salen de la bañera, ni oler el salitre tras un baño en el mar...", destaca este joven empleado municipal de Sestao que se unió a la asociación estatal en 2019 y que colabora activamente con su web (https://asociacionanosmia.com/) en la visibilización de esta enfermedad. "Uno de los trabajos que estamos desarrollando es una campaña de firmas a través de la plataforma Osoigo.com para elevar a las autoridades una petición para el reconocimiento de la anosmia como una discapacidad invisible. Una solicitud que también se planteará el sábado, Día Mundial de la Anosmia, por parte de las asociaciones fracnesas. "La gran diferencia es que a estas asociaciones que llevan más años trabajando sobre la anosmia les va a recibir el ministro de Sanidad", apunta Jone luna.

"La reeducación olfativa es la esperanza para las personas afectadas por la anosmia "

Psicoterapeuta

"La pérdida de olfato, además de su componente práctico, afecta emocionalmente"

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