La de ayer fue una jornada intensa y agridulce para las voluntarias que forman parte de la asociación animalista Katuzaleak de Ortuella. No en vano, pretendían llevar a cabo en la misma mañana la captura de dos gatos pertenecientes a una de las colonias existentes en el municipio y posteriormente tenían cita con el veterinario para llevar a otra gata capturada con anterioridad para ponerle las correspondientes vacunas previas a su adopción. “Nos hemos tenido que levantar poco después de las 5 de la mañana para salir tras acabar el toque de queda porque hay una gata que suele ir hacia las 6 al comedero que tenemos controlado con el seguimiento que se había hecho, pero no ha habido manera de cogerla. Y al otro gato tampoco lo hemos podido capturar. Esto suele pasar ya que se tarda varios días en poderlos coger así que nos toca intentarlo otra vez mañana domingo”, señalaba Natalia Martínez, miembro de esta asociación que sin embargo cerró la jornada con la satisfacción de haber logrado una nueva adopción para otro gato callejero.

“Primero hemos llevado a Zoe, un gato de unos dos meses, al veterinario para ponerle las vacunas y formalizar los papeles de la adopción y luego hemos ido a entregarla a su nuevo hogar en Trapagaran”, comentaba complacida esta profesora de inglés que junto con otras compañeras constituyó Katuzaleak el 22 de febrero de 2020. “Nosotras colaborábamos con los miembros de Bere Ahotsa Animalien Aldekoa de Gallarta y ante la situación que se daba en Ortuella con los animales callejeros nos animaron a crear la asociación”, recordaba Natalia quien a pesar de la paralización que sufrió la actividad con motivo del confinamiento en la pandemia celebraba con alegría un balance que destaca por haber logrado que 30 gatos y 6 perros fueran a parar a domicilios particulares. “Ahora mismo ya tienen un futuro garantizado en un hogar donde recibirán cariño y atenciones. Estamos muy contentos porque cada vez que sacamos un perro o un gato de la calle sabemos que es el primer paso para un futuro mejor para estos animales”, reseñaba Natalia quien incidía en que Katuzaleak es un grupo de unos 8 voluntarios activos.

“Luego también hay gente que son socios que aportan dinero con el que intentamos hacernos cargo un poco de las colonias del municipio. Llevamos en total el cuidado y la alimentación de unas doce colonias que están controladas por nosotras mismas. También colaboramos con gente que está fuera de la asociación pero que también lleva otras colonias y también aplicamos el método CER (Captura. Esterilización y Reintroducción) y en definitiva cuidamos del bienestar animal”, apuntaba Martínez.

Apoyo municipal Una labor en la que no están solos ya que el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Ortuella se está tomando muy en serio el cuidado de las colonias felinas y la atención a los perros callejeros por lo que ha cedido un local en la avenida Lasagabaster a las dos asociaciones, Katuzaleak y Katulovers, a los que ha dotado de diverso material como jaulas -una de ellas medicalizada- para el desarrollo de su labor animalista. Una función en la que las dos protectoras existentes en la localidad, además de voluntarios particulares acreditados por la policía municipal, juegan un papel relevante ya que asumen gran parte de los gastos que ocasionan estas atenciones, excepción hecha de las esterilizaciones que son asumidas en gran parte por el Consistorio.

“En general creemos que en Ortuella habrá unos 300 gatos en el pueblo distribuidos en unas 25 colonias. Nosotras atendemos unas 12 gracias a las ayudas municipales pero también gracias a donaciones de la gente que nos da comida, pero mucho sale de nuestros bolsillos. Al final son muchos gastos y bueno hacemos lo que podemos. En este año habremos gastado más de 3.500 euros”, aseguraba Natalia quien defiende que el método CER es la única forma ética de controlar todo esta situación de las colonias.

“La verdad es que los gatos hacen una labor social para el municipio. Hay mucha gente que tiene el concepto de que si alimentas a un gato este no caza. Y eso no es verdad porque los gatos cazan por instinto y por ello aunque tú lo alimentes si el gato ve una rata va a ir a por ella a cazarla. Los gatos caseros dan buena cuenta de las moscas y están bien alimentados. De hecho los gatos callejeros si no están alimentados, les falta la energía necesaria para seguir controlando esas plagas”, sostenía Natalia quien no obstante contraponía la necesidad de que dicha alimentación callejera sea hecha correctamente.

“Todo el mundo cree que la leche es buena para los gatos pero no es sí porque les produce parásitos en el intestino y luego mucha gente tira comida cruda cuando es recomendable que la comida esté algo cocinada para evitar bacterias como el anisaquis del pescado”, alertaba Natalia que animaba a quienes estén sensibilizados con los animales a que se acerquen por las asociaciones “para que sepan como alimentarlos con criterio por el bien de los animales”.

Otra de la líneas de trabajo que ocupa ahora mismo la atención de Katuzaleak es la consecución de casas, casetas o cobertizos de madera que puedan servir de refugio para los animales durante el frío invierno. “Muchas colonias están en zonas desguarnecidas y estamos viendo bastantes casos de gatos con resfriados, sobre todo entre los más pequeños. Hicimos un llamamiento en redes sociales y ahora mismo nos están elaborando algunas casetas para proteger los comederos y para que sirvan de refugio. Incluso un señor nos va a dar alguna jaula grande para conejos para reutilizarla”, adelantaba Natalia quien, sin embargo, situó como principal objetivo la búsqueda de familias de acogida y de adopción para sacarlos pronto de la calle. “Las casas de acogida son fundamentales y no cuesta nada realmente. Lo único que tienen que hacer es poner su hogar porque la comida, la camita, el rascador, el cubo arenero y los gastos veterinarios corren de nuestra cuenta. Ellos solo tiene que poner el techo y la atención a los gatitos”, postularon desde Katuzaleak.