- Decían en las páginas de Hemendik que los vecinos de Karrantza son unos todoterreno por su aclimatación a las nevadas del invierno, pero los voluntarios de Protección Civil del valle encartado no le van a la zaga. Lo mismo despejan el camino a los vehículos en estos días de temporal que echan una mano para que los Reyes Magos se acuerden de todos los niños, también los más vulnerables. La dotación realiza hasta mañana su séptima recogida de juguetes a beneficio de Cáritas mientras conciencia la población mediante una pulsera solidaria para convertirse en un municipio cardio protegido.

"Las circunstancias que vivimos hacen aún más especial la recogida de juguetes de este año", señala el coordinador de la dotación, Rubén Freire. Incluso con la incertidumbre y las restricciones debidas al coronavirus, en Karrantza no se han olvidado de esta iniciativa más necesaria que nunca para desconectar de la realidad sanitaria observando cómo los pequeños se divierten con sus regalos.

Todo surgió "de la idea de voluntarios de Karrantza". Pensaron que "en esta época la sociedad crea la necesidad de contar con muchísimos juguetes con las visitas tanto de Olentzero como de los Reyes Magos". Pero "llega un momento en que casi no saben qué hacer con ellos". Al mismo tiempo, se acordaron de "esa otra parte de niños y familias que no pueden conseguir que haya juguetes debajo de sus árboles de Navidad, así que iniciamos un proyecto de recogida solidaria de juguetes". El primer año "el proyecto llama la atención y si lo haces bien el siguiente va a mejor y el tercero ya se ha convertido en algo habitual que genera una rutina, la gente se porta genial, es el primer año que yo lo coordino y me sorprendió muy gratamente porque el mismo día de empezar la campaña ya recibí cinco o seis llamadas de vecinos que preguntaban cómo podían entregar juguetes y estaban esperando el momento", describe.

Desde Protección Civil han fijado la fecha límite en mañana, 7 de enero, justo después de la esperada visita de Sus Majestades de Oriente, para conceder un margen y les dé tiempo a recibir aquellos artículos que ahora hayan sido descartados, en favor de las últimas novedades, aun conservándose en perfecto estado, "porque se nota que los han cuidado bien, hay hasta bicicletas". "Cáritas los va a coger con los brazos abiertos y los pequeños lo viven con ilusión", añade.

En la base cuentan con "quince o veinte bolsas y cajas llenas de artículos de personas que se han unido a la recogida solidaria y otras preparadas para quienes ya nos han avisado de que van a venir". Por el coronavirus, han extremado las precauciones en todo el proceso. Así, se han establecido dos puntos de entrega: "la kultur etxea, que se vuelca todos los años de manera altruista y nuestra base" y "también se canaliza a través de los voluntarios de Protección Civil que se desplazan a los hogares respetando todos los protocolos sanitarios. Una vez en el cuartel general de la dotación, "de manera muy parecida a las costumbres que ha adoptado la sociedad" con el covid-19, proceden a desinfectar los juguetes "guardarlos en una bolsa y dejarlos unos días en cuarentena". Por último, representantes de Cáritas se acercan a Karrantza a recogerlos".

Además, Protección Civil se ha adherido "a un proyecto denominado pulseras salvavidas que persigue que nos convirtamos en una zona cardio protegida, tanto en la base como en nuestras intervenciones". Para ello, "intentamos que los comercios se sumen a colaborar y estamos recibiendo una aceptación muy importante". La recaudación "se destina a material sanitario: desfibriladores, artículos anti atragantamiento... lo que pueda necesitar una agrupación, asociación o entidad, no solo de emergencias, que quieran colaborar". Lo obtenido por la venta de pulseras "se devuelve a los impulsores y calculan lo que podrían adquirir con ese importe".