143.000 metros cúbicos de tierras excavadas, la sustitución de un puente, la construcción de otro, un nuevo sendero peatonal, la desaparición del velódromo, diez millones de euros invertidos y tres años en obras. Cifras de las intervenciones acometidas en el centro de Zalla durante tres años para dominar el ímpetu del Kadagua a la altura del núcleo de Mimetiz ofreciendo al río un espacio seguro de expansión en caso de lluvias torrenciales. La Agencia Vasca del Agua da por concluidas las actuaciones a lo largo de un kilómetro de cauce con las que evitar que se repitan episodios como las inundaciones del 30 de enero de 2015, las más graves desde el drama de 1983.

Desde el barrio del Baular, pasando junto a los de Ibaiondo y El Carmen, hasta prácticamente la altura del apeadero de Feve en el barrio de San Pedro, las máquinas han trabajado para lograr una de las actuaciones ante inundaciones que mayor disminución de daños esperables genera por cada euro invertido, destacan desde URA. Lo contemplaron la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, Arantxa Tapia; la viceconsejera de Medio Ambiente, Amaia Barredo y el director de URA, Antonio Aiz, que recorrieron el área de intervención con el alcalde, Juanra Urkijo, y el concejal responsable del Área municipal de Territorio, Kepa Lambarri. "Es un trabajo de vital importancia porque salva a los vecinos de Mimetiz de posibles inundaciones y nos permite disponer de espacios en los que poder avanzar en proyectos estratégicos, como la construcción del centro de especialidades médicas", valoró el regidor.

Con las actuaciones se ha generado un cauce paralelo con una anchura que oscila entre los 25 y los 55 metros que dé cabida a las aguas altas. El primitivo puente del Charco ha sido reemplazado por otro sin apoyos en el río que puedan obstruir el caudal. Tampoco los tiene el nuevo puente levantado en el acceso al polideportivo sobre la corta o canal para las aguas altas que se ha acondicionado. Al mismo tiempo, se ha buscado minimizar el impacto ambiental y la afección a animales. En este sentido, URA especifica que en la entrada del arroyo Sollano a la corta se ha ejecutado una bajante escalonada con técnicas de bioingeniería que permite que los pequeños mamíferos puedan transitar de un cauce a otro. Y los trabajos en el área de interés especial del visón europeo se han realizado fuera de la época de reproducción y cría. Además, en los nuevos cauces se está plantando vegetación de ribera. Finalmente, un paseo conecta la Avenida Lanzagorta con el apeadero correspondiente al barrio de San Pedro.

"Nos ahorra sustos"

"Ahora parece el Amazonas con la anchura que le han dado al cauce", señala un vecino, confiando en que las intervenciones "nos ahorren tantos sustos que hemos vivido por culpa de las crecidas, esperemos que no se manifiesten con más fuerza aguas abajo". "Yo he sufrido muchísimas, he visto salir el agua hasta la carretera", apunta otro zallarra indicando hacia la Avenida Lanzagorta. La obra "ha sido descomunal, desde luego". En ella "se ha empleado mucho terreno", según un tercer vecino que lo da por bueno si contiene los desbordamientos.

Quedan más retos. "No podemos ni queremos parar aquí", asegura el alcalde mirando hacia la defensa contra inundaciones en Aranguren. "Llevarlo a buen puerto, junto con la supresión de los pasos a nivel es prioritario" y con ese objetivo "llevamos trabajando con URA, Gobierno vasco, Adif y el grupo vasco en el Congreso desde el inicio de la legislatura y así lo seguiremos haciendo", garantiza Juanra Urkijo.

La Agencia Vasca del Agua se ha comprometido a redactar el proyecto constructivo el próximo año con la previsión de contemplarlo en el presupuesto del Gobierno vasco. Y si el acuerdo sobre los Presupuestos Generales del Estado llega a buen puerto, Adif llevaría a cabo en 2021 la sustitución de un puente sobre el trazado ferroviario que allanaría el camino.