Diego Armando Maradona, persona non grata en Balmaseda. De que despertaba pasiones no cabe ninguna duda, aunque en este caso no fue precisamente la veneración que se manifiesta en su máxima expresión desde que se conoció su muerte el miércoles lo que llevó al Ayuntamiento a refrendar en el pleno del 7 de mayo de 1984 la moción presentada por el PSE que así lo proponía. Aunque la decisión nunca fue revocada, en la villa encartada hace tiempo que ya habían indultadoy encuadran la insólita decisión “más en el plano anecdótico y simbólico que otra cosa”, según indica el actual concejal de Cultura, Ander Rivero.

Hay que ponerlo en su contexto, insisten: la liga se había teñido de rojiblanco por segunda temporada consecutiva. El mismo día que se reunió la corporación presidida por el entonces alcalde, Arturo Goffard -ya fallecido-, la gabarra surcaba la ría por última vez tras la victoria del Athletic Club frente al Fútbol Club Barcelona en una final de Copa que terminó en tangana. La tensión de Maradona con los leones ya se arrastraba desde la entrada de Goikoetxea y declaraciones cruzadas que caldearon el ambiente. “Efectivamente, acabábamos de ganar al Fútbol Club Barcelona y nos crecimos, recuerdo que se trató ese punto”, rememora el entonces concejal jeltzale Natxo Etxebarria. Quien recogería la makila en la siguiente legislatura, Jesús Suso, aboga por aparcar este episodio en el pasado.

En 1984, Eugenio de Francisco, una de las figuras históricas de la Candidatura Local Independiente, era un adolescente. El fútbol se vivía con intensidad y la afición vibraba con los triunfos de los leones. “El Athletic salía con el autobús por los pueblos” y hubo voces que se alzaron entre la afición para volcar sobre Maradona la culpa de la pelea. Aquel resultó su último partido con la camiseta azulgrana. Al igual que a Clos, Migueli, Goikoetxea, Sarabia y De Andrés, el Comité de Competición le impuso una sanción de tres meses, pero poco después fichó por el Nápoles italiano, donde se le venera como a un Dios.

“No es para estar orgullosos”

“Sí, hubo un acuerdo municipal, pero esta noticia, aunque anecdótica, no es para estar orgullosos. Creo que se dio más bien fruto del calentamiento producido a raíz de todo aquello”, valora el historiador Miguel Ángel Álvarez, que colabora con la asociación local de divulgación cultural Entre Cantones.

En el acta del pleno con una pulcra caligrafía a bolígrafo que ha podido consultar DEIA se lee cómo el texto impulsado por el grupo socialista insta al Ayuntamiento de Balmaseda a “felicitar a nuestro Athletic con motivo de sus victorias, que tanta resonancia están teniendo en el pueblo vasco, tanto del campeonato de liga como de la Copa del Rey” y al mismo tiempo a “solidarizarse con los jugadores del Athletic con motivo de los graves incidentes promovidos por el jugador del Barcelona Diego Armando Maradona”. “Haciendo votos por el pronto restablecimiento de nuestros futbolistas Nuñez y Sola -lesionados en la pelea-”, se propone también “declarar persona non grata a Diego Armando Maradona”.

El mítico 10 aseguró después que “voy a ir a jugar a Bilbao cuando sea preciso”, y de hecho lo hizo en 1992 cuando militaba en el Sevilla, calificando como “precioso” el viejo campo de San Mamés. Habría podido dar una vuelta por Balmaseda. Porque la amonestación municipal “no implica que no pueda venir, simplemente se le hace saber”, matiza Eugenio de Francisco.

Lamentablemente, su desaparición frustra una hipotética reconciliación pública con el también encartado Andoni Goikoetxea y la propia villa que bien hubiera podido sellarse ante el Puente Viejo y una putxera de alubias.

“Recuerdo que se trató ese punto, acabábamos de ganar al Fútbol Club Barcelona”

Concejal en 1984