- La crisis sanitaria ha provocado un parón en la actividad económica que ha hecho que la recaudación foral esté muy por debajo de las previsiones que se marcaron a principio de año. Es por ello que las arcas de los ayuntamientos se verán directísimamente afectadas por esta ralentización económica. Muestra de ello es el Ayuntamiento de Barakaldo, entidad local que recibirá 8,6 millones menos de lo previsto del fondo Udalkutxa. Sin duda alguna, esta es una merma muy importante a las cuentas municipales que, unida a las inversiones imprevistas que han sido necesarias afrontar con motivo de la crisis, hacen que el Consistorio barakaldarra tenga que replantear y adaptar las cuentas que tenía aprobadas para el presente ejercicio.

En este sentido, el Ayuntamiento de Barakaldo presentará en el pleno municipal ordinario del mes de julio, el último del curso y que se celebrará el próximo jueves, un plan económico financiero mediante el que la institución local adaptará sus cuentas municipales a la situación actual. Y es que la reducción en ingresos por parte de Udalkutxa se debe a dos motivos. Primero, por la reducción que habrá en la aportación foral en el segundo semestre del año, una caída que se cifra en 6,7 millones. A este descenso habrá que añadirle los 1,9 millones que la institución local fabril no verá ingresados en sus cuentas en concepto de la liquidación del ejercicio pasado. Todo ello hace que la reducción de ingresos ascienda a 8,6 millones en unas cuentas que, en principio, iban a estar dotadas con 118 millones. "Ya anunciamos en mayo que este año íbamos a tener una situación complicada debido a la reducción de ingresos y ahora ya sabemos con certeza que tenemos que adaptar el presupuesto a la nueva situación de crisis económica que estamos viviendo a consecuencia del covid-19", indicó Danel Sola, edil de Hacienda del Consistorio fabril.

Así las cosas, el documento de adaptación de las cuentas de 2020 que se debatirá y se votará en la próxima sesión plenaria recoge una hoja de ruta económica diferente a la que se aprobó allá por diciembre. Necesariamente, algunos grandes proyectos que se iban a impulsar a lo largo de este ejercicio como, por ejemplo, la creación de una cubierta para la piscina exterior de Gorostiza y el proyecto de las nuevas artes escénicas de Beurko tendrán que ser aplazados. Y es que, la pandemia ha cambiado sobremanera las necesidades de Barakaldo. Las cuestiones sociales se han convertido en una herramienta más necesaria si cabe y que precisan de un mayor músculo financiero. Prueba de ello es los seis millones de euros que el Consistorio ha invertido ya en acciones para dar respuesta a la crisis generada por el coronavirus. Este nuevo proyecto presupuestario permitirá que Barakaldo cumpla con la regla de gasto que establece la Diputación.

Asimismo, el documento que se votará en el pleno del jueves prevé que Barakaldo cuente con una deuda viva del 5,31%. Un dato, pese a la situación actual, mucho mejor que en 2010, cuando la deuda viva fabril ascendía al 21,15%. La aprobación en sesión plenaria de este plan económico es un paso previo e indispensable para que, más tarde, esta hoja de ruta económica se traslade a la Diputación Foral de Bizkaia. Desde su entrega, el ente foral tendrá dos meses de plazo para darle su visto bueno o presentar qué aspectos han de mejorarse.

8,6 millones menos. La crisis económica generada por la pandemia hará que el Ayuntamiento ingrese 8,6 millones euros por parte de Udalkutxa. De ellos, 6,7 millones se deberán al descenso de la recaudación en el segundo semestre del año y 1,9 millones será por el no cobro de la liquidación del pasado ejercicio.

6 millones contra el covid-19. Barakaldo ha invertido ya más de seis millones en acciones y ayudas que sirvan para tratar de ayudar a la ciudadanía y el tejido económico fabril ante la pandemia.

Nueva hoja de ruta. Todo ello ha obligado a Barakaldo a elaborar una nueva hoja de ruta económica para este ejercicio. El músculo financiero se ha reducido y han cambiado las necesidades del municipio, por lo que con este documento se pretende dar respuesta a la situación actual que vive la ciudad. Las políticas sociales ganarán terreno en detrimento de varios proyectos de ciudad que ha sido necesario aplazar.