- Riguroso y exigente, Manuel Gallego busca en su trabajo cinematográfico, al igual que en sus salones de estilismo, un comportamiento proactivo y asertivo. Una marca de la casa que inculca a todos los miembros de su equipo. Su lema es: "Respeta todos los departamentos. No enciendas fuegos, apágalos".

Un mensaje que pretende hacer extensivo a su nueva etapa como formador en la ECPV. "Cuando hablamos de peluquería, caracterización o maquillaje o vestuario no solo hablamos de la elaboración técnica sino de todo el estudio previo que se tiene que hacer del personaje para ambientarlo en la situación que requiere en cada momento para darle veracidad y credibilidad", explica Gallego quien destaca la importancia de que los grupos sean reducidos para dar una formación integral y resolutoria. "No se trata tanto de valorar las capacidades técnicas que traigan los alumnos como de detectar el interés y la predisposición por adaptar lo que sepan al lenguaje cinematográfico y consolidar esa línea de trabajo", apunta este estilista que atiende junto a su mujer y un amplio equipo de colaboradores sus salones en Barakaldo y Trapagaran.

"El del cine es un ámbito muy creativo y que engancha. A quien le gusta se le ve desde el minuto uno en un rodaje y a quien no le gusta también. Por ello es importante que los alumnos pisen un set de rodaje en la formación. Esta es una profesión un poco adrenalítica pero que a mí me apasiona", reflexiona este trapagarandarra con más de 30 trabajos a sus espaldas y manos. Largometrajes como Survival Zombie, Bilbao exterior día o Media hora y un epílogo -candidata al Goya 2019 al Maquillaje-peluquería- llevan la firma del profesor Gallego.