Barakaldo - Cuando cogió su primera cámara de fotos hace 16 años, el barakaldarra Imanol Zuaznabar inició un auténtico idilio con el objetivo, con el arte de reflejar la belleza de los paisajes y las estampas que dejan los fenómenos meteorológicos. Este geógrafo de formación ha encontrado en la fotografía mucho más que una afición, ha hallado una forma de expresión y un modo de vida. "No puedo imaginar mi vida sin la fotografía porque forma parte de mí, de mi manera de ser y de ver el mundo", reconoce este joven de 29 años.

Aquella primera cámara que recibió siendo un adolescente fue su primer banco de pruebas, su primera gran toma de contacto con esta disciplina que le ha cautivado para siempre. "Hacía fotos a todo lo que pillaba. Siempre digo que aquella cámara se averió por agotamiento porque hice con ella 300.000 fotos en un año y se averió el objetivo", reconoce entre risas. Poco a poco, paso a paso, Imanol fue aprendiendo y mejorando en la toma de fotografías y en la edición. También en otras facetas intangibles como la elección del momento para hacer la mejor fotografía posible. Su gran pasión es la realización de fotografías paisajísticas y la captura de instantáneas de fenómenos meteorológicos como tormentas. Es por ello que a algunos, al leer el nombre de Imanol Zuaznabar se les haya hecho conocido, ya que sus fotografías aparecen de forma habitual en Eguraldia de ETB y en la información meterológica de otros canales de televisión. "Me gusta que la gente vea mis fotos, porque las hago para eso mismo, para que sean vistas", explica este barakaldarra que ha publicado ya un libro con sus instantáneas, Troposfera. En esa publicación aparece la que, a juicio de Imanol, es la primera gran fotografía que tomó. "La hice en abril de 2005, en mitad de una tormenta, y decidí incluirla en el libro", apunta. Y es que Troposfera se centra en una faceta que le encanta como es la fotografía de fenómenos meteorológicos. Cuando se oye el primer trueno, Imanol coge su equipo y sale a la calle para tratar de inmortalizar los relámpagos y rayos que irrumpen en el cielo en esos instantes. "No somos muchos por aquí los que fotografiamos tormentas. También tomo instantáneas de amaneceres y atardeceres, pero he de reconocer que me gusta más fotografiar tormentas", añade quien gracias a su pasión por la fotografía ha conocido un lugar que le ha cautivado: Islandia. "Es un país precioso y que te permite sentirte pequeño en un territorio inmenso", señala.

Uno de sus proyectos a medio plazo es volver a tierras islandesas, retornar a ese país en el que ha inmortalizado estampas increíbles. También ha empezado a ponerse manos a la obra para realizar un libro de fotografías que refleje lugares emblemáticos y llenos de belleza de Euskal Herria. Sus fotografías cada vez cuentan con más adeptos y, parte de ello, es gracias a las redes sociales, ya que Imanol cuelga algunos de sus trabajos en plataformas como, por ejemplo, Twitter. "Las redes sociales nos han abierto una ventana más a través de la que mostrar nuestro trabajo", indica este barakaldarra que sueña con, en un futuro, poder dedicarse de forma exclusiva al mundo de la fotografía. "Es mi sueño y voy a trabajar por ello", advierte este joven que hace dos años expuso un buen número de fotografías en el marco del programa juvenil Gazte Artea Ezkerraldean. "Fue una experiencia muy bonita porque, además, pude acercar mi trabajo a gente de todo Ezkerraldea", recuerda Imanol, quien seguirá tomando con su objetivo las instantáneas más bellas que la naturaleza regala.