Trapagaran - Por segundo año consecutivo, el bar Betiko-Quinielas que regenta Germán Crende y su mujer, Silvia Gámez, en la Avenida Primero de Mayo, 51 se proclamó vencedor de la tercera edición del concurso de pintxos de Trapagaran-Pintxotan a juicio del jurado profesional. Esta vez lo ha hecho con un pintxo de carrilleras rellenas de boletus con foie aderezadas con salsa de uvas pasas y presentadas sobre una tosta de pan horneada con mantequilla.

"La verdad es que es un pintxo que no había hecho nunca y por ello le he tenido que dedicar algo más de tiempo que al que presenté el pasado año que tenía como base el bacalao, un producto que tengo bastante más controlado ya que es la base de algunos de los pintxos habituales en mi barra", señalaba este cocinero experimentado. Germán cerró ayer su compromiso con la organización del certamen culinario de mantener la oferta del pintxo durante los fines de semana de diciembre. "Aún no he decidido si lo seguiré haciendo pero la carrillera ha salido muy rica", apunta frente a un gran bol lleno de setas de cardo que suele usar en sus menús. "La verdad es que la seta de cardo da mucho juego. Es una pena que este año no estén saliendo muchos boletus. Amigos que suelen ir a zonas de Zamora o Soria me dicen que la cosa del boletus está muy mal. Antes se cogían para consumo personal y ahora se está esquilmando el monte. Es una pena porque mi pintxo pide ese sabor tan particular" que ofrece el hongo, explica.

De premio Además de los clientes, el jurado profesional del Concurso de Pintxos de Trapagaran también salió con sabor de boca que también. El grupo, formado por personas expertas en la materia, valoró las creaciones según su presentación, originalidad, innovación, armonía de sabores y elaboración. El jurado estuvo compuesto por Tomás Sánchez (fundador de la Escuela de Hostelería de Artxanda-Bilbao), Alberto Markina (propietario y regente de varios establecimientos de hostelería en Santurtzi) y Santos Guerrero, propietario de un restaurante en Castro Urdiales.