Emilio Zunzunegi

Muskiz - Los trillizos Jon, Mikel y Unai Baz Arkotxa formarán parte hoy de la nube de dorsales que afrontará el ascenso por las icónicas laderas del Monte Mello, el monte muskiztarra por excelencia que cada año atrae a su cumbre a cientos de corredores. Una prueba que cumple su octava edición con unos recorridos, tanto en marcha como en carrera, que conocen bien estos hermanos del barrio de Laureta que llevan haciendo podio desde el mismo día que nacieron, un 19 de noviembre de 2002. “Nacimos de dos en dos minutos. A las 11.25, a las 11.27 y a las 11.29”, certifica Jon, el más bajito de estatura pero el mayor de los tres hermanos Baz Arkotxa. “Hay muchas explicaciones científicas o no que fijan quien es el mayor cundo se trata de un parto múltiple. Nosotros hemos llegado a un acuerdo y el mayor es el que más tiempo lleva en el mundo fuera del vientre”, remarca Jon que desde que nació ha demostrado un carácter competitivo que le ha llevado a lograr merecidos triunfos tanto en cross como en montaña. Este año se trajo la medalla de bronce del Mundial juvenil Skyrunning celebrado este verano en la ciudad italiana de L’Aquila.“Los tres corremos en ambas especialidades lo que pasa que en función de como te encuentras uno tira más por el cross o por la montaña”, explica Unai que ha cerrado esta temporada de cross con los títulos de Bizkaia, en Berriz, quedó 3º en Ordizia en el campeonato de Euskadi y tomó parte en la Copa de España con la selección vasca cerrando su participación en el puesto 50 de casi 130 corredores inscritos.

Mikel por su parte, como apuntan Jon y Unai, “siempre está ahí, en todas las pomadas”. “A mi se me dan bien ambas carreras y aunque igual no saco tantos podios, siempre estoy ahí detrás de ellos”, apunta el más rubiajo de estos tres hermanos que confiesan tomarse la práctica del deporte “de una manera muy seria lo que hace que no salgamos mucho por ahí porque entre estudiar y entrenar no queda tiempo para mucho más”, resaltan.

Muñatones Para estos jóvenes runners, alumnos de segundo de bachiller en el IES Muskiz BHI, su periplo deportivo comenzó siendo muy niños de la mano de sus padres, grandes aficionados al deporte en general y la montaña en particular que animaron a sus hijos a inscribirse en el Club Atletismo Muñatones. “Allí aprendimos a correr pero a ninguno de los tres nos acabó por gustar demasiado la pista por lo que en 2016 empezamos a acercarnos al mundo del cross y de las carreras de montaña”, explican. Así, Unai se decantó por el cross y Jon por la montaña mientras que Mikel combina ambas disciplinas. “Hace tres años una compañera de clase que vive en Otañes (Cantabria) nos habló de una prueba que organizaba su padre y nos invitó a participar. Ese año, era valedera para la Copa de España y gané en la prueba vertical”, recuerda Jon como si ese triunfo fuera el acicate que le faltara para implicarse más en las carreras de montaña. De hecho, los Baz compatibilizan su pertenencia al club de su localidad, el Muñatones -con el que han obtenido premios en cross a nivel estatal individual y por equipos- con el Fisio Castro Sport Team con el que preparan las pruebas del calendario de montaña. Una diversificación que poco a poco va creando espacios deportivos propios para cada uno de los hermanos aunque como buenos trillizos tiene muchos puntos en común. Uno de ellos es su futuro educativo y laboral, que con ligeros matices, van ligados al deporte y sus ciencias. “Hay que prepararse mucho pero a los tres nos gusta el mundo del deporte, la montaña, el alpinismo...y hoy día hay grados muy completos para desarrollar una vida laboral”, señala Jon quien confiesa que nivel personal su gran sueño “sería ir a Nepal y subir al Everest”. De momento Jon se ha preparado a conciencia para hacer hoy un buen papel en su pueblo, en la subida a Mello. “Unai y Mikel se han tomado esta prueba mucho más relajados pero yo quiero hacerlo bien”, afirma este joven dotado de un gran sentido del humor. “Soy el más bajito de los tres y eso me viene muy bien porque para hacer montaña es mejor tener el centro de gravedad bajo”, señala Jon, este atleta mundialista que al igual que Unai y Mikel creen que el Mello “es nuestro particular centro de alto rendimiento”.