Trapagaran - El próximo día 5 de octubre se cumplirán cuatro años de la puesta en marcha al público del bulder del rocódromo de Trapagaran, una instalación deportiva ubicada en el antiguo parque foral de bomberos destinada a atender la significativa demanda de la práctica de la escalada existente en el municipio y la comarca de Meatzaldea. “Hoy día estamos casi saturados porque hay una gran demanda ya que nuestros municipios están muy volcados con la montaña y sus deportes”, señalan Bego Peña y Jose Luis Olabarria, miembros de la asociación de escalada de Trapagaran Bitarratxu que se encarga desde entonces de la gestión de esta infraestructura en la que se acometió una inversión municipal cercana a los 100.000 euros.

“Bitarratxu nació en 2012 nutrida en sus orígenes en gran medida por aficionados a la montaña muchos de ellos que pertenecían o habían pertenecido al club de Montaña Larrañeta de Trapagaran. Unos diez años atrás el club Larrañeta había planteado al Ayuntamiento de Trapagaran la necesidad de crear alguna infraestructura relacionada con la escalada, pero ahí se quedó. Y ya en 2012 con la convocatoria municipal para hacer un estudio de necesidades socioculturales y deportivas, fundamentalmente de infraestructuras, se volvió a poner sobre la mesa la necesidad de contar con un rocódromo ante el empuje de los aficionados que tenían que desplazarse a otros municipios para practicar y entrenar la escalada indoor”, recuerda Bego Pérez, presidenta del club montañero trapagarandarra que el próximo año cumplirá seis décadas en funcionamiento. “En Trapagaran hay una cantera muy potente de escaladores porque tenemos el monte junto a nuestras casas por lo que la afición a la montaña y a sus modalidades deportivas derivadas como las marchas o la escalada cuenta con un número alto de aficionados”, reseña Bego Pérez.

Fruto de ese empeño por fomentar el deporte de la escalada tato indoor como de montaña , Bitarratxu se implicó en el diseño y desarrollo técnico de este rocódromo que desde su inauguración abre su puertas al público en general, de manera gratuita los lunes y los miércoles entre las 17.30 y las 20.30 horas. “El resto de días el rocódromo es utilizado por los socios aunque tal como convenimos con el ayuntamiento colaboramos en actividades que puedan programarse con colegios o asociaciones que quieran acercarse a la escalada”, remarcan estos aficionados que el pasado domingo 1 de septiembre colaboraron en la atención del bulder instalado por el municipio con motivo las fiestas patronales. “Para nosotros es muy importante poder sacarlo a la calle porque muchas veces no se sabe que contamos con esta instalación que sobretodo llama mucho la atención a los más pequeños”, apunta Bego quien destaca que la escalada es un deporte muy completo y exigente que aporta ventajas físicas y psicológicas. “Es un deporte que favorece la respiración, la movilidad y coordinación motora, la sujeción o la flexibilidad y a nivel psicológico fomenta el compañerismo”, remarcan desde la asociación Bitarratxu.

La pared del rocódromo tiene 265 m2 de superficie, y la superficie escalable mínima ronda los 134 m2 en la que se han instalado aproximadamente unas 2.500 presas que aportan la posibilidad de crear innumerables recorridos para los aficionados. La instalación cuenta con dos superficies escalables, las cuales tienen 22 metros de anchura y tres metros de altura.

En cuanto al desnivel, hay superficies con una inclinación de 35 grados y de 45 grados. “La instalación es bastante completa y cubre con garantías la necesidades de los aficionados especialmente de los más pequeños, que son el futuro de este deporte”, remarcan Bego y Jose Luis. No obstante desde Bitarratxu se echa de menos “la promoción de cursos para la formación de monitores especializados. Seguro que sería un éxito porque el deporte de la escalada tiene cada vez más practicantes”.