HACE más de un cuarto de siglo que Iosu Expósito y Juanma Suárez, dos de los tres integrantes de Eskorbuto, fallecieron pero la huella y la influencia de esta banda en Mamariga será eterna. Ya lo era hasta ayer, pero a partir de ahora, todo ello se muestra en un mural de 57 metros cuadrados de superficie que el artista santurtziarra Jon Mao ha creado en Vallejo, a escasos 30 metros de distancia del mural y busto que recuerdan la figura de Iosu Expósito. Por todo ello, la jornada de ayer fue un día grande en Mamariga, zona de Santurtzi que está celebrando sus fiestas.

Como no podía ser de otra forma, gran parte de la jornada festiva giró en torno al homenaje a Iosu, Juanma y Pako y, por todo ello, el día recibió la denominación de Eskorbuto Eguna. Así, Mamariga sacó su lado más punk y tuvo su punto más álgido a las 18.00 horas. En ese instante, Vallejo se convirtió en el epicentro de toda la actividad, en el centro de todas las miradas que deseaban ver el resultado final de la obra realizada por Jon Mao y que ha sido financiada entre iniciativa privada y el Consistorio santurtziarra. La espera mereció la pena porque el resultado, simplemente, ha sido espectacular. Mientras sonaba Ratas en Vizcaya -quizá el tema de la banda que refleja con mayor crudeza la situación que vivía Ezkerraldea en la década de los 80- parte de los congregados en la inauguración del mural unieron sus fuerzas para quitar la malla que cubría la obra, que tapaba el secreto mejor guardado durante los últimos dos meses en Mamariga. Lo que había tras la malla que había sido decorada con carteles y portadas de trabajos de la legendaria banda, era un inmenso mural hecho con cerámica que, en su parte frontal muestra la imagen de Iosu Expósito, Juanma Suárez y Pako Galán sobre un fondo rojo. Por su parte, en un lateral y también sobre un fondo rojo emerge en letras negras el nombre de la banda y, en blanco, el lema que caracterizó a Eskorbuto y, a su vez, el título de uno de sus discos: Anti-todo.

La reacción del público fue instantánea y, nada más caer la malla que tapaba el mural, empezó la lluvia de fotografías, selfis y vídeos que se unieron al aguacero que dibujaron ayer el paisaje de Mamariga. “Ha sido un trabajo duro, lo he dado todo en este proyecto y estoy muy satisfecho con el resultado”, explicó Jon Mao, quien ha estado trabajando los últimos dos meses a pie de obra. “He querido transmitir en este mural la fuerza que tenía Eskorbuto y la personalidad que tiene este barrio”, señaló Mao quien recibió multitud de felicitaciones de vecinos que, durante estos dos meses han estado con la intriga de cómo finalizaría el proyecto. “La verdad es que ha habido mucha gente intrigada con cómo quedaría y hay que decir que en esta obra ha colaborado el barrio”, indicó el creador del mural que, a buen seguro, se convertirá en el punto más fotografiado de Mamariga.

Una de las felicitaciones que recibió Mao fue la de Rubén Callejo, un vecino de Vallejo que ha quedado encantado con el resultado final. “Ha quedado espectacular. Cuando vi el boceto no me convenció, pero el resultado ha sido impecable. Va a ser una gozada levantarme y acostarme cada día viendo a Eskorbuto desde mi ventana. He visto cómo lo han estado haciendo y son unos auténticos artistas. Esta es una obra única”, apuntó Rubén. Una obra única para homenajear a un grupo único que, ayer, fue homenajeado en Mamariga, lugar en el que los miembros de Eskorbuto serán eternos.