Santurtzi - Durante estas noches de fiesta en Santurtzi se ha podido ver a varios operarios colocando poco antes del comienzo de los conciertos unas modernas barreras amarillas para evitar el paso de vehículos al recinto festivo. La colocación de estas vallas antivehículos ha sido una de las grandes novedades que ha presentado el Ayuntamiento de Santurtzi en materia de seguridad de cara a las fiestas de El Carmen, festejos que ya han pasado su ecuador. El Consistorio marinero ha invertido 17.000 euros en la adquisición de estas barreras que son móviles y modulables, lo que hace que se puedan adaptar, que puedan ser colocadas en cualquier punto que se precise. “Estas barreras tienen la virtualidad de ser móviles y modulares, integrándose adecuadamente entre el mobiliario urbano y permitiéndonos instalarlos o retirarlos en cada momento de forma sencilla”, señaló Danel Bringas, edil de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Santurtzi.

Precisamente, ese hecho de ser adaptables a diversos lugares por ser móviles y modulables hacen que estas barreras que funcionan mediante un sistema de transferencia de carga sean una alternativa mejor que la colocación de bolardos o maceteros de hormigón para evitar que un vehículo que haya perdido el control pueda entrar al recinto festivo. “Se trata de una medida más con la que pretendemos velar por la permanente seguridad de la ciudadanía y de cuantas personas visitan nuestro pueblo durante estos días”, aseguró Bringas. Y es que este tipo de medidas complementan al dispositivo que, cada día y hasta este domingo, coordinan la Policía Local y la Ertzaintza y en el que participan, de media, 35 agentes municipales a los que hay que sumar cerca de medio centenar de agentes de la Policía autonómica.

En este sentido, no es la primera vez que el Ayuntamiento de Santurtzi lleva a cabo la colocación de algún tipo de barrera para evitar que vehículos descontrolados puedan acceder al recinto festivo santurtziarra. Concretamente, en 2017 el Consistorio marinero colocó cinco bloques de hormigón en la zona del ayuntamiento con el fin de evitar que un turismo pudiera entrar a la zona peatonal procedente de la carretera central del municipio marinero. Esta iniciativa que, en principio, solo iba a adoptarse de cara a aquellas fiestas de El Carmen, festejos que cada año reúnen a entre 300.000 y 400.000 personas, llegó para quedarse en este céntrico punto de la localidad.