Portugalete - Portugalete vive y siente el folklore. Ayer dio comienzo en la villa jarrillera la XIV edición de la Folklore Azoka de Elai Alai, entidad que es, desde hace décadas, el principal motor de la actividad folclórica de la noble villa. Música en directo, pasacalles, talleres infantiles... Todo ello para seguir acercando el folklore entre la ciudadanía. El epicentro de todo el movimiento y la actividad que va a vivir la localidad a lo largo de este fin de semana es el antiguo mercado de abastos. Allí se puede ver, in situ, el trabajo de lutieres y artesanos, se puede escuchar música en directo... En las dos plantas del antiguo mercado se centra la esencia de lo que es esta Folklore Azoka, una cita de referencia para lutieres, creadores y aficionados al folklore de Euskal Herria.

Paseando por los diversos puestos existentes en las dos plantas del mercado, el público puede disfrutar de expresiones culturales de Bizkaia, Araba, Gipuzkoa, Nafarroa, Zuberoa, Galicia, Catalunya, Cantabria, Madrid... E incluso Grecia. El alavés Kepa Rubio, tras haber asistido a esta feria en varias ocasiones como visitante, en esta ocasión se estrena en su faceta de lutier. Su especialidad es crear violas, violines de forma artesanal y, cada uno de los instrumentos que estaban expuestos en su stand conlleva un trabajo de, aproximadamente, dos meses. “Había venido varias veces como aficionado a la música y al folklore a esta feria, pero me propusieron venir esta vez con los instrumentos que creo y no lo pensé. Acepté de inmediato y aquí estoy”, señala Kepa Rubio, quien crea sus instrumentos en Abornikano, una pedanía del municipio de Urkabustaiz. Para los lutieres y creadores la Folklore Azoka es más que un lugar en el que poder mostrar al gran público sus trabajos, sino que también es un punto para conocer, entablar relación con otros creadores. “Para nosotros es muy importante que haya ferias de este tipo y esta es la única que conozco a nivel de Euskadi”, comenta Kepa.

Si el lutier alavés es uno de los debutantes en este evento, el zuberotarra Jean Badouin se sitúa, justamente, en el polo opuesto. Ha estado en las 14 ediciones de esta Folklore Azoka mostrando sus creaciones, haciendo contacto y apalabrando la venta de instrumentos. “He venido a las 14 ediciones que se han celebrado y cuando repito es porque esta feria es una gran cita. La gente viene, mira tu trabajo, pregunta... Y además conoces a otros lutieres”, explica Badouin. Él no hace venta directa en la feria, apalabra con el músico en cuestión el instrumento que quiere comprarle y Badouin crea uno que se ajuste a su forma de tocar y a las necesidades propias de cada músico. “Son instrumentos personalizados que se adaptan a la forma de tocar que tiene cada músico”, informa este hombre que suele ser un habitual de las diversas ferias de este tipo que se celebran en Francia.

Entre los lutieres llegados desde más allá de Euskal Herria hasta Portugalete este fin de semana destacan los gallegos. Además del archiconocido Seivane, el pabellón galaico está defendido por media docena de lutieres que muestran parte de la cultura celta. Pese a su apellido, Diego Langarika es uno de estos creadores de instrumentos que han llegado desde Galicia. En su caso, concretamente, se ha acercado hasta la villa jarrillera procedente de la localidad de Mondariz, conocida por su agua mineral. “Es la novena vez que vengo a esta feria y me encanta el ambiente que se vive aquí. No solo el que venga la gente al puesto, sino las relaciones que se establecen entre creadores”, resume. A su lado estaba Jaime Carballo, quien llegado desde Bueu reivindica la necesidad de este tipo de ferias. “Estas ferias son muy necesarias y si se vuelve a celebrar la Folkore Azoka, volveré”, apunta Carballo.