Alonsotegi - Quiere afrontar la cita electoral con los deberes hechos, después de presentar ante el pleno el proyecto de presupuesto de 2019 con una partida dedicada a inversiones. “Han sido años destinando el remanente a amortizar deuda”, recuerda el alcalde de Alonsotegi. Joseba Urbieta optará a la reelección para un segundo mandato “tranquilo y satisfecho con la gestión del equipo de gobierno”.

¿Cómo se encuentran las arcas municipales?

-Hemos conseguido lo que nos habíamos propuesto. El actual equipo de gobierno entró al Ayuntamiento con una deuda de casi cuatro millones de euros y la hemos rebajado al 69,5%, hemos quitado 2,6 millones. Alonsotegi ha dejado atrás el plan de ajuste al haber llegado al tope que nos marcaba la Diputación. Antes teníamos que utilizar el remanente para quitar deuda, ahora ya podemos destinarlo a proyectos como acondicionar la parte baja del frontón como espacio de ocio para la juventud. Esta partida cuenta con 107.000 euros dentro de las cuentas de este año, que ascienden a 2,9 millones de euros. Disponer de esa capacidad lo cambia todo. Hemos recuperado la capacidad inversora.

El plan de ajuste ha condicionado la legislatura, ¿qué balance realiza de estos cuatro años?

-A pesar del plan de ajuste, del que hemos salido antes de lo previsto, no se han quitado servicios y hemos tenido margen para más iniciativas: hemos regenerado el centro social de La Guía y urbanizado el parque, hemos instalado aceras que los vecinos demandaban desde hace años, como la subida de la estación, ampliando un carril más, hemos anchado la acera y mejorado el acceso del colegio, hemos mejorado unas curvas en la subida de Samundi, asfaltado del barrio El Somo... Las obras las ejecuta personal del Ayuntamiento, sin subcontratas. Han tardado un poco más porque si les surgen imprevistos lo tienen que dejar. Por otro lado, decir que ya hay tres emprendedores de Alonsotegi en el vivero de empresas: de servicios sociales, osteopatía y nutrición y servicios jurídicos. Y hemos conseguido que P4Q Electronics se instale en el solar de Arkema.

¿Costó convencer a la empresa para trasladar su sede desde el elkartegi?

-Hemos tenido que pelear porque ellos querían quedarse, pero había que tener delicadeza por si había otros municipios interesados. Lo hemos estado trabajando durante un año largo y estamos satisfechos porque va a beneficiar al barrio de Arbuio y La Guía. Se habla de 120 puestos de trabajo, unos que ya están y otros que se van a crear, en una empresa que es potente a nivel internacional, sería la segunda de mayor envergadura de Enkarterri después de Winoa, en Balmaseda. Estamos en contacto con bastante gente interesada para ocupar el terreno de la parcela que queda libre. Poco a poco, la industria de Enkarterri se va recuperando y en Alonsotegi el nivel de paro ha bajado. Hemos pasado de ser el segundo al sexto municipio de Euskadi con mayor tasa de desempleo. Se nota el trabajo del plan de estímulo comarcal, se aprecia el movimiento en los polígonos industriales y es importante, puesto que el empleo, a su vez, genera riqueza para el municipio y la comarca.

Hablando de otra riqueza, la cultural, ¿para cuándo se concretará el traslado de la biblioteca al nuevo ambulatorio?

-Estamos trasladando muebles a dos de las salas y trabajamos para ponerla a disposición de los vecinos lo antes posible. A finales de este mes se debatirán las cuentas municipales, con idea de darle los últimos flecos a este proyecto y otros, como la mencionada reforma de los bajos del frontón. En una de las alturas se acondicionarán vestuarios y la parte inferior se habilitará para la juventud, con mesas, bancos e iluminación. Y a futuro nos gustaría cubrir el parque infantil del centro.

¿Cómo transcurre su día a día en el Ayuntamiento? ¿Compensa la responsabilidad del cargo?

-Mi puerta ha estado abierta estos cuatro años. Atiendo a todo el mundo, o lo intento. Llego al despacho para las 7.15 horas. Me reúno con los Servicios Técnicos a primera hora y nos organizamos el trabajo. Luego doy una vuelta por el pueblo con la técnica y voy al despacho a recibir a gente hasta las 16.00. Por las tardes hay días que también vengo. Muchos vecinos se acercan a pedir cita, ven que está la puerta abierta y pueden entrar directamente, eso lo agradecen y me lo dicen. Desgasta, pero cuando lo haces con ilusión y la conciencia tranquila merece la pena. Estoy muy satisfecho con la gestión y con el equipo de gobierno. Hemos sido honestos y transparentes.

¿Cómo han sido estos cuatro años a nivel social y asociativo?

-Hemos dado un impulso a la feria de Andra Mari y hemos instaurado los premios Alonsotegitik Alonsotegira, que volverán a celebrarse este año. También hemos implicado a la ciudadanía en el mural en homenaje a las víctimas del atentado en el bar Aldana y los actos para conmemorar el bombardeo de la Guerra Civil. Los participantes fueron todos del pueblo: el presentador, el grupo de música de los Hermanos Baranda o el grupo de danzas Mendipe.

El refugio antiaéreo ha sido un descubrimiento. Al director de cine Koldo Serra le maravilló cuando vino a rodar 70 binladens.

-A raíz de los actos del bombardeo empezaron a llamar colegios interesándose por verlo. Yo mismo he dado varias visitas guiadas.

¿En serio?

-Los horarios no cuadran siempre, así que si no hay técnicos lo enseño encantado. Es una experiencia muy bonita. Les cuento un poco de la historia del 13 de junio de 1937 tomando como referencia mis anotaciones sacadas de un documental que se hizo con entrevistas a vecinos que vivieron aquel triste día.