Balmaseda - El mismo río, distinto paisaje. Las fotografías tomadas por satélites que mostró la fundación Hazi en la kultur etxea de Balmaseda desvelan con su gama cromática el tratamiento de la flora en el valle de Mena, donde nace el Kadagua, y Enkarterri, por donde entra en Bizkaia. El tono verde claro del primer territorio habla de una mayor diversidad de especies, mientras que en su discurrir por Euskadi predomina el pino radiata. La comarca anfitriona de la ponencia -donde se ahondó en el entorno de Enkarterri- posee “el mayor potencial de masa forestal de Europa”, señaló el ingeniero Txema Omañas, experto en la gestión de masa forestal de la zona. Contrariamente a la tendencia, en Enkarterri “el 80% de la superficie es pública”, lo que “abre la puerta a oportunidades de generar empleo” y facilita la preparación de un escenario común para reducir el impacto del cambio climático integrando el cauce fluvial, objeto del coloquio de ayer.

roza el gran bilbao El curso del Kadagua se extiende “a lo largo de 60.000 hectáreas, la mitad de ellas en Euskadi”, afirmó el ingeniero Alejandro Cantero, que también tomó la palabra. Trabaja desde hace tres años en un proyecto de ámbito europeo que explora un área que “roza casi el gran Bilbao”, por lo que el río más importante de Enkarterri entra en la investigación. La iniciativa, denominada Poctefa Canopée, persigue tres acciones: “observar los efectos del cambio climático, realizar un diagnóstico y estudiar su aplicación”. Durante las investigaciones “hemos consultado, por ejemplo, trabajos de toponimia que nos ayudan a conocer qué tipo de vegetación existía antes en las áreas examinadas”.

En Enkarterri, “se repobló con coníferas”, repasó Txema Omañas. Alrededor de 1900 “la mayor parte de los terrenos estaban rasos” y en torno la 1920 “se comprobó la buena adaptación al medio del pino radiata, que se fue repoblando en espacios cada vez más amplios hasta la fase de declive a finales del siglo XX”. El modelo de aprovechamiento forestal actual opta por talar con más frecuencia, “dejando espacio entre los árboles para que no se sequen”.