Este es un relato real que tejen personas de enorme empatía y generosidad. Todos son protagonistas, aunque la historia empieza por un gran hombre sin nombre, él es quien la hace posible: el vecino de Getxo que desde hace ocho años realiza una donación de 6.050 euros al Banco de Alimentos de Bizkaia, el otro hilo conductor de este episodio y que está nutrido por un buen puñado de manos amables que dedican su tiempo a repartir comida. Sin embargo, este año el getxotarra sin identidad ha doblado su aportación desinteresada y ha entregado otros 6.050 euros a Galdakaoko Boluntarioen Gizarte Elkartea (GBGE), esta asociación aporta la otra pieza de este puzle solidario. Su trabajo en los lugares castigados por el volcán de La Palma es inconmensurable. Los voluntarios siguen allí, con las manos llenas de ceniza, y continuarán, por lo menos, hasta el 1 de abril. El vecino anónimo de Getxo, que quería ayudar a los afectados por la erupción, les ha dado el impulso económico necesario.

"Llevamos desde el 27 de octubre y ya son unos 140 días casi en La Palma. Hemos enviado a 270 personas hasta el día de hoy y, sinceramente, la cuenta bancaria estaba a nueve euros hace unos días, así que esta donación es un gran balón de oxígeno para las personas que todavía tienen sus casas enterradas y para que podamos seguir allí hasta abril", reconoció Álvaro Saiz, el presidente de GBGE. Como él mismo explica, el "objetivo principal" del colectivo en tierras canarias es "desenterrar casas y hacer la pequeña limpieza que las máquinas no pueden". Sus gigantescas ganas de colaborar se traducen en que llevan una media de una casa liberada al día. "El municipio de El Paso es uno de los más afectados, está al pie del volcán. El Ayuntamiento está muy agradecido porque hemos limpiado prácticamente todo el núcleo urbano, junto con la brigada municipal", comenta Álvaro. La otra finalidad de GBGE en La Palma es la de trabajar "tanto con las protectoras de animales como con las granjas que hay de los animales que salieron corriendo y que fueron recogidos en una macrogranja", apunta el presidente de la agrupación de Galdakao.

CONECTADOS

El enlace entre el corazón altruista del vecino de Getxo y GBGE ha sido el Banco de Alimentos. "El donante quiso hacer una contribución para La Palma y nos comentó a nosotros para que buscáramos una asociación que estuviera ayudando. Conocemos a los voluntarios de Galdakao por las neveras solidarias, y sabíamos lo que estaban haciendo en Canarias", traslada el vicepresidente de esta organización, Luis Crovetto. La alianza del getxotarra misterioso con el Banco de Alimentos acumula ocho años. No se ha cortado, porque, aunque este hombre ha destinado 6.050 euros para La Palma, ha mantenido sus 6.050 para la distribución de alimentos en Bizkaia. Esta cantidad de dinero equivale a 300 carros de compra. "Son once palés. Yo voy al Banco de Alimentos y pregunto: ¿Qué necesitamos? Este año hace falta leche, aceite, galletas€ Estamos elaborando ahora la memoria de 2021 y hemos atendido a unas 28.000 personas y hay un dato terrible: 6.000 son niños y 700 lactantes. Es algo que me estremece", admite Luis. La aportación del vecino de Getxo desconocido ha supuesto, en concreto, 1.500 litros de aceite, 2.940 litros de leche y 1.848 paquetes de galletas.

Estos productos fueron adquiridos en el supermercado BM donde la madre del donante solía hacer la compra. Era una mujer que dedicó su vida a ayudar a los más necesitados. Cuando falleció, su hijo comenzó a regalar 6.050 euros al Banco de Alimentos de Bizkaia. "Este cheque es ya una tradición. Es una historia preciosa. Me parece un detalle muy bonito de recuerdo a su madre; es hacer algo muy importante en honor a ella. Hay donativos más importantes en dinero, pero es muy difícil encontrar uno tan bonito", valora el vicepresidente.