Vuelve a los ochenta y noventa y ponte de nuevo los walkmanPara muchos, será una sugerencia irrechazable. Es la propuesta de Desert Rose, el proyecto de una serie de músicos de Getxo que embelesa con el soul de Sade, engancha con la soltura de Sting y explota con el rock de Toto. Rafa Zuloaga, director de Earth songs project, el espectáculo que fusiona rock con música coral de la mano de Eskuz Esku Abesbatza, se lanza a esta nueva aventura, desde el bajo, en esta ocasión. La poderosa voz de su mujer, Laura Villacorta, también brilla en este desafío.

Las versiones en directo ya sonaron el pasado mes en la escuela de música Andrés Isasi de Las Arenas y ahora los instrumentos aguardan para ser desenfundados y tomar la carretera. Smooth Operator, Cherry Pie, Every breath you take, King of pain, Rosanna o Hold the line, entre otras canciones, tienen ganas de marcha en concierto. “Llevamos trabajando desde mayo. Es un proyecto complejo, son temas complicados que requieren de mucha concentración y mucho estudio por delante. Nos hemos tirado muchas horas de trabajo y el resultado se ve”, señala Rafa. El estreno del pasado 18 de diciembre fue “muy bien”, como él mismo reconoce. “Es un proyectazo, es muy elegante y con mucha calidad. Hemos dado el resto”, enfatiza. Laura Villacorta lleva la voz cantante, junto a Lorea Mendizabal, que también toca la flauta travesera, además, el alma de Desert Rose la completan: Diego Lasheras (teclados), Rafa Aspiunza (guitarra), Andrés Tejo (guitarra) y Nikola Goñi (batería). “Nos hemos ido conociendo y de lo que se trata es de que haya muy buen rollo entre nosotros siempre, que aparte de la calidad musical, haya gente que merezca la pena, que es cuando los proyectos salen adelante”, defiende Rafa. Esa es la filosofía que mueve esta iniciativa musical que nació del latido de Laura. “Ella siempre había estado dando hacia los demás y nunca se había planteado un reto para ella misma. Empezamos solo haciendo versiones de Sade. Y fue muy bien porque nos hicimos un repertorio muy grande, pero luego vimos que no había demasiado recorrido, porque es casi música de culto. Entonces, era complicado llegar a mucha gente cuando Sade no es muy conocida. Así que decidimos hacer algo triple: empezar con Sade, luego ir a Sting y terminar con Toto, que es más roquero”, desgrana Rafa. Es por ello que está actuación es “ascendente, va creciendo, porque empieza con soul, después va con el pop-rock de Sting y acaba con Toto y su rock americano, que es cañero”, añade el bajista.

Todo ello con las extraordinarias Laura y Lorea, ya que la idea era que resonaran y retumbaran voces femeninas. En este sentido, no es la primera vez que Rafa pone el énfasis en las mujeres, ya que el año pasado se sumergió en Aurrera, un musical basado en el empoderamiento. “A través de la música se recuerda cómo algunas mujeres han conseguido entrar en la historia de la canción donde la hegemonía de los solistas y grupos formados por hombres era y sigue siendo la tónica general”, comenta el artista getxotarra. Por eso, sobre el escenario se versionan temas de Aretha Franklin, Edith Piaf, Tina Turner, Lady Gaga, Luz Casal, Céline Dion, Raffaella Carrà, Amaia Uranga... “Hicimos un bolo superbonito en Muxikebarri el 20 de enero y teníamos ya una gira contratada. Pues se suspendió todo. Absolutamente todo. Alrededor de 30 conciertos cancelados. Fue un varapalo. Solo hicimos ese concierto de enero y el de diciembre con Desert Rose. Nos hemos dedicado a hacer otras cosas y a afianzar otro tipo de proyectos, pero lo que es música en directo, nada”, lamenta Rafa, que se muestra más optimista para este 2022. De hecho, confía en que Earth songs project siga rodando. “Seguimos trabajando con el coro; en estas fechas, por precaución, no nos estamos juntando, pero llevamos con relativa normalidad desde septiembre; hicimos unas grabaciones en estudio en noviembre y con vistas a darle a saco este 2022”, desea Rafa.

“Es un concierto que crece: empieza con soul, sigue con Sting y acaba con rock americano”

Bajista de Desert Rose