Hay muchos primeros planos que realizar de El radioaficionado. Por ejemplo, de Iker Elorrieta, el director, puesto que esta es la ópera prima de este cineasta bilbaino. De Getxo, ya que sus paisajes y su mar enmarcan muchas escenas; además, una de las productoras de la película es de allí: Pantoma Films, con un getxotarra a la cabeza: Alberto Sota. Pero el encuadre principal de El radioaficionado va para los mensajes que lanza. Y es que es la primera ficción de España que da visibilidad al autismo en una persona adulta. "Es una crítica social", admitió ayer martes Sota. "La sociedad rechaza y aparta lo que es diferente. No es que la persona con espectro autista no esté adaptada a la sociedad, es que la sociedad no está adaptada a esa persona", añadió el productor.

El proyecto promete, por lo tanto, pellizcar el alma. Muxikebarri será el pionero en comprobarlo, ya que el preestreno tendrá lugar allí el próximo día 30 a las 19.00 horas (entradas con invitación en el propio centro y en Romo Kultur Etxea). Aunque El radioaficionado ya ha pasado por festivales como el de Donostia y otro de Tallin, Estonia. Y, tras su exhibición especial en Getxo, seguirá, probablemente, su recorrido por certámenes. "Es una película de autor, fácil para el espectador normal, pero que aborda un tema complejo. La idea es que vaya al circuito de festivales hasta mediados del año que viene; estamos pendientes de confirmaciones. Después, nos gustaría estrenar en salas, entendemos que pequeñas, y en plataformas y televisión. El 2 de abril es el Día Internacional del Autismo y nos haría mucha ilusión llegar a los cines en ese momento", comentó Sota. El productor recordó que, según la OMS, uno de cada 170 niños tiene un trastorno del espectro autista (TEA) y que, en el Estado, disminuye a uno de cada 100, "por lo que hay 400.000 casos en España". El director del filme ha conocido de cerca esta afección. "Mi estrecha relación con una familia que vive un caso de autismo y la muerte de mi padre, cuando yo era muy joven, me llevaron a plantearme una serie de preguntas que funcionaron como punto de partida para empezar a escribir esta historia", explica el propio realizador en el pressbook. Maider Otxoa es la persona a la que Iker Elorrieta hace alusión. De hecho, ella ha participado en la producción como asesora para hacer un "retrato honesto del autismo e intentar que se salga de los clichés impuestos en el mundo del cine, que a veces lo idealiza", según señaló Sota. "Esta película no es exactamente una historia sobre el autismo, pero sí intenta mostrar que la sociedad no sabe ver a las personas afectadas más allá de esta afección. Las personas con el espectro tienen otras características. En El radioaficionado podemos ver al personaje en distintas situaciones y ver cómo se maneja ante ellas", desveló Maider Otxoa.

nikolas y ane

La ficción se centra en Nikolas (Falco Cabo), un joven de 30 años con autismo, quien tras la pérdida de su madre decide emprender un viaje a su pueblo natal. Quiere cumplir una misión: llegar a altamar en dos días. Allí se encontrará con Ane (Usue Álvarez), su única amiga de la infancia que está dispuesta a ayudarle. Sin embargo, las barreras que encuentra Niko para comunicarse no se lo pondrán fácil. Y es que no todo el mundo sintoniza la misma frecuencia. De ahí, el título: El radioaficionado, porque además, Niko lo es y ello sirve de metáfora del autismo: la radio y la diversidad de frecuencias.

Esta producción cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Getxo. "Como alcaldesa, me enorgullece acoger y visibilizar proyectos así porque es una obra impulsada por creadores locales desde una producción audiovisual getxotarra. Además, es una película con un valor añadido y un trasfondo muy importante", sentenció Amaia Agirre.