Udane Irastorza traslada un trocito de la naturaleza a cualquier espacio cerrado. Entre los azulejos, las paredes con pintura, el parqué, las baldosas o la moqueta, ella cuela un poquito de verde. Y lo hace en distintos tamaños, formas y colores. Y en dispares lugares: restaurantes, hoteles, peluquerías, e, incluso, casas particulares. Esta gorliztarra es florista y paisajista y se dedica a decorar interiores con vegetación. "Una ambientación es mucho más que decorar un lugar", proclama.Udane diseña paisajes y compite con los jarrones, cuadros, figuras y otros elementos más tradicionales para animar las estancias. "Hago muchos tipos de trabajos y funciono con material vivo, con material natural preservado, con flor cortada, con artificial... Tengo un amplío abanico de posibilidades", señala la paisajista. Los jardines verticales son una de sus especialidades. "Con ellos, se consigue transformar por completo una pared incorporando lo verde y natural de un modo llamativo y creativo. Una de sus ventajas es que maximizan el espacio y, además, funcionan como revestimiento acústico", comenta. Pero también realiza otro tipo de creaciones más grandes, como las que dan la bienvenida en la recepción de un hotel o ambientan el comedor de un restaurante. Y las hay más pequeñas, claro, como detalles decorativos para algún rincón. "Los logos verdes están ahora muy en auge para las empresas y las iniciales se están poniendo muy de moda también, tanto para empresas y para particulares. Es un producto nuevo que he sacado. Tengo, por ejemplo, las palabras HOME o LOVE con madera y musgo verde o de lo que se quiera", indica esta gorliztarra.

Así florece el presente de Udane, que en 2018 se lanzó a montar esta empresa. "Empecé a trabajar como florista en una tienda, pero no es lo que más me apasiona, me gusta trabajar para empresas, hoteles, restaurantes... Ahora también trabajo con particulares, pero no me gusta estar condicionada al horario de una tienda ni estar cara al público, que no es lo mío. Yo prefiero trabajar en mi cuevita y organizarme yo. Así que por eso decidí trabajar por mi cuenta", describe la paisajista. Pero antes de llegar a la decoración verde en interiores, abrió una floristería con una compañera y constató que no, no era lo de ella. "Así que decidí montar mi taller, cerrado al público y con un trato más personalizado con el cliente. Voy a ver la empresa, el restaurante o el hotel, quedo con los decoradores y arquitectos, porque trabajo mucho con ellos... Es diferente", confirma.

Las raíces ya estaban y tocaba ir a por los primeros frutos. "Al principio, costaba porque no se le daba tanta importancia a la naturaleza, no se valoraba como ahora, no la tenían en cuenta. Hoy por hoy, con la preocupación por la sostenibilidad, la ecología y el medio ambiente, noto que se me va conociendo. Poco a poco, la gente se está concienciando; aunque no sé si por moda o por una conciencia real...", considera Udane. Ella sí es una firme defensora del no hay un planeta B. "Por redes sociales doy truquitos, hablo de la ecología, pongo cómo cuidar las plantas o cómo reutilizar...", añade. "Aunque todavía trabajo mucho en artificial", reconoce. Y eso que sus decoraciones naturales no requieren de mantenimiento y pueden durar entre cinco y seis años, dependiendo del producto, espacio y su correcta conservación.