Las dehesas de Sierra Morena, las marismas de Doñana, los Ancares gallegos, la Cuenca Alta del Manzanares, las islas de Fuerteventura, Lanzarote, La Palma, El Hierro y La Gomera... y así hasta 48 paisajes constituyen la red de las reservas de la biosfera en España. Estos forman parte, a su vez, de la granfamilia de ellas lucen desde ayer jueves en Getxo y Portugalete, al abrigo del Puente Bizkaia. Imágenes de gran formato vuelven a dar colorido a la exposición, patrocinada por la Fundación AXA, que desde hace años, sobre estas fechas, alegra estos márgenes de la ría y llama a la concienciación medioambiental.

Las fotografías, de colores vivos, de paisajes imponentes, de lugares envidiables son un canto a la esperanza, son un balón de oxígeno, son “un soplo de aire fresco, entre tantas y tantas malas noticias de los telediarios”, como ilustró ayer jueves el presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, Ricardo Barkala. “La calidad de las imágenes que siempre tiene esta exposición no deja de sorprendernos a vecinos y visitantes”, reconoció el alcalde portugalujo, Mikel Torres. En este sentido, la muestra de este año conquistará miradas hasta el próximo 11 de julio.

Las reservas de la biosfera son espacios propulsados, mantenidos y estudiados por el programa sobre El hombre y la biosferaAsí que aprovechando estas bodas de oro, el Puente Bizkaia, de genética férrea con tonalidad rojiza, pero con alma verde, alberga una muestra reivindicativa con la naturaleza. “Son las joyas naturales de España y del mundo y son joyas por la necesidad de conservación que tienen. No se puede conservar lo que no se conoce, de ahí, la importancia de la divulgación”, sostuvo el director territorial Norte de Axa España, Álvaro Alzaga. En efecto, esta exposición, llena al espectador “de conocimiento”, como apuntó la directora de Cultura de la Diputación, María Jesús Rodríguez de Sancho.

El naturalista Joaquín Araujo vuelve a ser el comisario de esta iniciativa. Con sentimiento, con sabiduría y con convencimiento, este experto explicó que “las reservas de la biosfera de la Unesco van más allá de la convencional protección total a un determinado espacio como sucede con los parques nacionales; en estas reservas se busca un desarrollo económico de sus pobladores, pero con especial cuidado en la conservación de la naturaleza”. Hasta 55 ejemplos de ello hacen reflexionar en Getxo y Portugalete.