El pleno del Ayuntamiento de Sopela aprobó este pasado jueves los nuevos pliegos para licitar la gestión de las instalaciones deportivas del municipio durante los próximos 15 años con opción a una prórroga de otros cinco años. La propuesta contó con el respaldo del equipo de gobierno, integrado por PNV y PSE, y el rechazo de EH Bildu, Denok Batera DB-TU y el concejal de Elkarrekin Podemos-IU, Eder García, mientras que la otra concejala de la coalición Elkarrekin Podemos-IU, Patricia Alonso, no pudo participar en la votación por problemas técnicos con la conexión telemática. Los grupos de la oposición reclamaron la suspensión del pleno, pero tras un tiempo de espera para ver si se podía volver a conectar, se reanudó y el empate a ocho lo dirimió con el voto de calidad del alcalde.“Cuando se adjudique el servicio y la empresa correspondiente realice las inversiones que tiene que hacer en un periodo de dos años, a partir de 2023 Sopela dispondrá de unas instalaciones punteras”, destaca el regidor sopeloztarra Josu Landaluze.

Por su parte, los partidos de la oposición se mostraron contrarios a la propuesta del equipo de gobierno al considerar que “hipoteca” Sopela para las próximas legislaturas y que no asegura “las condiciones laborales de los y las trabajadoras” en ERTE que han realizado diversas movilizaciones para denunciar su situación. A este respecto, Landaluze sostiene que estos nuevos pliegos permiten “dotar de estabilidad a la plantilla al garantizarles el trabajo durante los próximos 15-20 años y no suponen ninguna hipoteca”.

Al mismo tiempo, EH Bildu reclamaba la inclusión en la nueva licitación de cláusulas sociales para fijar unas “condiciones laborales mínimas dignas”. Sobre esto, Landaluze matiza que como administración no pueden “poner en ningún pliego cláusulas sociales que obliguen al licitador a aumentar las mejoras sociales del convenio, puesto que las recurriría al no cumplir con el convenio en vigor y sería ilegal. Hay jurisprudencia y así se lo trasladamos a la plantilla en una reunión. Además, tras analizar sus peticiones con los técnicos incluimos dos aspectos que permite la Diputación Foral de Bizkaia”, afirma.

Igualmente, Landaluze explica que la plantilla está sujeta “al convenio de todos los polideportivos de Bizkaia firmado el 23 de noviembre de 2020 y que ya contempla mejoras laborales”. Así, por ejemplo, detalla que “la parcialidad se va a evitar puesto que en el primer año, correspondiente a este 2021, se les reduce de 1.750 a 1.710 horas de trabajo y en 2022 a 1.660. Eso supone que si los empleados tienen que trabajar 90 horas menos y no se tiene que incorporar a nadie más porque hay que repartir ese trabajo entre la plantilla, la parcialidad prácticamente desaparece”, justifica.

Por último, la oposición solicitó el 6 de abril que se estudiase la posibilidad de municipalizar la gestión o un pliego a dos años. “Se encargó un estudio de viabilidad y el resultado fue aplastante. Los informes de la Secretaria del Ayuntamiento, interventora municipal, recursos humanos y del técnico de administración coincidieron en que dicha gestión no es eficaz ni eficiente”, concluye Landaluze.