El Ayuntamiento de Leioa refuerza su confianza en los caminos escolares en estos tiempos de pandemia. Como municipio que forma parte de la Red de Ciudades de los niños y las niñas de Euskadi-Haurren Hirien Sarea, suscribe un documento que recoge diversas razones por las que ir andando a la escuela con amigos “cuenta, hoy en día, con más sentido que nunca debido al covid-19”. Estar al aire libre en el trayecto y los beneficios que reporta relacionarse con otros niños, ante tanta separación social, son algunos de esos argumentos.“Ir caminando a la escuela es una opción más segura frente al covid-19 que otros sistemas de desplazamiento y, además, probablemente, es una de las mejores maneras de respetar los consejos sanitarios y prevenir los contagios entre el alumnado. Por una parte, la actividad se realiza al aire libre. Además, caminando hacia la escuela, se crean grupos burbuja de un modo natural. Se constituyen pequeños grupos de amigos y que, normalmente, comparten la misma aula”, resume este análisis, promovido por personal técnico de la dirección de Salud Pública y Adicciones del Gobierno vasco, e investigadores del grupo Kide-on de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). Otra de las apreciaciones realizadas guarda relación con la factura emocional y psicológica de las restricciones impuestas para frenar la propagación del virus. “La distancia física no significa un aislamiento social. Somos criaturas sociales. Un adecuado apoyo social está relacionado con mejores indicadores de salud, tanto física como mental. Además, al relacionarnos, aumentamos nuestra confianza en las demás personas y, a largo plazo, contribuimos a mejorar la cohesión social, ampliando las redes comunitarias”, señala la evaluación. Por todo ello, este texto y, por lo tanto, el Consistorio leioaztarra afirman sin ambages: “Sí, ir caminando a la escuela sigue siendo una manera segura de relacionarse a pesar de la pandemia”.

Leioa dispone de 39 señales por la localidad que marcan los tiempos y las direcciones a todos los centros escolares y, a su vez, sirven de punto de encuentro. Se trata de 27.375 metros de autonomía. El Ayuntamiento comenzó con su proyecto de caminos escolares, que bautizó como Bizibideak Leioa, en 2007, dentro de la iniciativa educativa de Herrigune. Hay un grupo motor, conformado, por un lado, por técnicos municipales y responsables políticos. Y, por otro, por las AMPA de cuatro centros escolares: San Bartolomé, Mercedarias, Artatza y Altzaga; y también, los equipos directivos de San Bartolomé, Mercedarias, Artatza, Askartza-Claret y del IES José Miguel Barandiaran. Completan este equipo técnicas del Departamento de Salud del Gobierno vasco, enfermeras del centro de salud de Leioa y profesores e investigadoras de la Facultad de Educación de la UPV/EHU. Sus reuniones, que suelen ser mensuales, no se han visto alteradas por la pandemia y han seguido su curso (on line o presencial en cada momento). En estas citas, el equipo motor revisa las rutas actuales, se estudian y se amplían o modifican en caso de ser necesario. Así, uno de los trabajos que se llevan a cabo es el diagnóstico de los itinerarios diseñados para detectar puntos negros, intervenciones técnicas necesarias, posible señalización, corrección de trazados, etc.

Este año, lo que sí se ha visto afectado por el coronavirus es el Haur Ibilitarien Topaketa, el encuentro anual de unos 400 alumnos para reactivar los caminos a principio de cada curso escolar. Pero desde Bizibideak han elaborado un pequeño documental con familias y niños de Leioa para poder verlo en las aulas y reflexionar. Además, el 22 de abril habrá una presentación pública, en formato cine-fórum, para todos los leioaztarras, tanto presencial como en streaming.

Análisis. Un documento, promovido por personal técnico de la dirección de Salud Pública y Adicciones del Gobierno vasco, e investigadores del grupo Kide-on de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), pone en valor que “ir caminando a la escuela sigue siendo una manera segura de relacionarse a pesar de la pandemia”.

Equipo motor. Leioa dispone de un grupo de trabajo en el que están cinco centros escolares, cuatro AMPA, personal técnico y político municipal, técnicas de Salud del Gobierno vasco, enfermeras del centro de salud de Leioa y profesores e investigadoras de la UPV/EHU.