- Tienen entre unos días de vida y un año y ya les ha tocado vivir una pandemia. Los nacidos entre julio de 2019 y julio de 2020 no es que hayan nacido, precisamente, con un pan bajo el brazo, sino más bien todo lo contrario. A lo sumo con una mascarilla. No son tiempos sencillos para venir al mundo, pero hay que tirar para adelante. Al menos, eso es lo que piensan las mujeres que han sido madres este año en Urduliz. Unas mujeres que no podían prever lo que se avecinaba. Una crisis sanitaria sin precedentes que otorga, si cabe, un valor añadido, casi heroico, al asunto de la maternidad.

Pues bien, cada año el Ayuntamiento de Urduliz y la comisión de fiestas tienen un detalle en forma de reconocimiento público con las mujeres que acaban de dar a luz. Una celebración que se realiza en el marco de las fiestas de Santa Marina. Este año, el covid-19 ha dejado a los y las urduliztarras sin sus queridos festejos, pero no ha dejado a las madres sin su merecido homenaje.

Así, en un acto sencillo pero sincero, el Consistorio urduliztarra rindió ayer un cálido tributo a ocho de las 41 mujeres que han tenido un bebé en el último año y que previamente se deben apuntar para esta cita. El acto esta vez no se llevó a cabo junto a las peñas de Santa Marina, como es habitual tras la correspondiente misa en la ermita, sino que tuvo lugar en la plaza Antsonekoa.

Con sus hijos en brazos, las madres disfrutaron de un aurresku en su honor a cargo del grupo de danzas local Iratxo Gorria, tras lo cual el alcalde de la localidad, Javier Bilbao, les hizo entrega de un obsequio conmemorativo. Un acto “más sencillo de lo habitual y adaptado a las nuevas normas de seguridad”, tal y como reconoció el regidor, pero que celebraron “con el mismo espíritu de siempre”. Un espíritu reivindicativo con las tradiciones más arraigadas del municipio, pero al mismo tiempo responsable con la situación actual.

Por su parte, las familias agradecieron el homenaje. “Es una iniciativa muy bonita”, resumió Iratxe de Lara, que acudió junto a su pequeño Danel, nacido el pasado 1 de febrero, pero del que su madre no tuvo queja durante el confinamiento. “Se porta muy bien y es muy tranquilo. Ha sido llevadero e incluso hemos podido disfrutar todos de él”, apuntó al tiempo que destacó que se trata de una gran iniciativa para que todos los bebés de la misma generación se vayan conociendo. “Luego igual van a clase juntos. Es como su primera quedada”, manifestó De Lara.

Otra de las urduliztarras homenajeadas fue Esti Aguirregoitia. “Aunque este año no hemos podido tener fiestas, por lo menos gracias a este acto se ve que es un día diferente y especial para Urduliz”, afirmó con su pequeña Mara en brazos. “Nació el 7 de enero, la primera urduliztarra del año”, indicó. Los últimos meses, debido a la pandemia, le ha tocado “estar todo el tiempo en casa”, pero tal y como dijo su madre “ya tendrá tiempo de salir a jugar al parque”. Sin duda, toda una vida por delante para esta nueva generación de urduliztarras que, aunque no han podido vivir sus primeras fiestas, ya han conocido a sus futuros amigos y vecinos.

Por otra parte, el Ayuntamiento de Urduliz anunció ayer que debido a la crisis sanitaria generada por el covid-19 tampoco se celebrará este año el tradicional mercado agrícola, que engloba concurso, exposición y venta de productos autóctonos, y que la localidad celebra anualmente en agosto.