- Primero fue Urduliz y este fin de semana recoge el testigo Sopela, que cuenta con 2.792 menores de 14 años censados. Con el objetivo de que todos los niños y niñas puedan jugar seguros, la plataforma Mascarillas Solidarias por Euskadi iniciará hoy el reparto de estos dispositivos de protección confeccionados especialmente para menores de 2 a 14 años. Un equipamiento que se ha vuelto imprescindible para los mayores de 6 años, según recogió el BOE el miércoles.

Las mascarillas han sido confeccionadas de forma altruista con "material sanitario y telas homologadas, lavables y reutilizables" por costureras y amas de casa voluntarias de Urduliz y de otros municipios vizcainos que forman parte de la plataforma. En concreto, estos dispositivos infantiles están adaptados en función de la edad y son de diferentes tamaños: de 2 a 4 años, de 5 a 8 años y de 9 a 14 años.

El reparto se realizará en el hall del Ayuntamiento hoy, mañana y el domingo, de 17.00 a 20.00 horas, y habrá que presentar el libro de familia o el DNI de la madre o el padre del menor. La distribución será a cambio de una donación, "bien sea una aportación económica para comprar material, alimentos imperecederos o material de limpieza. Todo lo donado será destinado al voluntariado", explican.

Esta nueva entrega de mascarillas infantiles viene precedida de la buena acogida que recibió la iniciativa en Urduliz, primer municipio en el que la plataforma distribuyó los dispositivos faciales. Allí repartieron 350 mascarillas para menores de 2 a 14 años, algo más de la mitad de lo que en un principio entraba dentro de sus previsiones tras consultar el censo municipal. Los dispositivos fueron entregados a 180 vecinos del municipio que acudieron a la kultur etxea, espacio habilitado por el Ayuntamiento para su entrega. Al mismo tiempo, se recaudaron 800 euros y cinco lotes de comida y productos perecederos y de limpieza destinados a las personas voluntarias de la red de costureras, según apuntaron los responsables de la plataforma.

Durante toda la crisis sanitaria este colectivo ha fabricado más de 2.000 mascarillas y batas protectoras para distribuir en hospitales, residencias y otros centros del territorio histórico, hasta que decidieron centrar su producción en los más pequeños, especialmente, a raíz de la autorización por parte del gobierno estatal para que pudiesen salir a la calle desde el pasado 26 de abril.