¿Qué tal se está comportando la población en estos días de desescalada?

—En general, estoy satisfecha y contenta porque la gente está respetando bastante las normas que nos imponen desde el gobierno.

Gorliz, con sus 6.000 habitantes, está sujeto al cumplimiento de las franjas horarias y Plentzia no. Y hay calles que comparten ambos municipios, además. ¿Cómo ha influido esto a la ciudadanía?

—Es difícil llegar a asimilar que pueblos vecinos, limítrofes y que comparten calles y paseos tengan medidas distintas, pero al final toda esta situación es por cuestiones de seguridad y hay que entenderlo.

¿Cómo ha sido la reapertura de comercios y hostelería?

—Han abierto pocos bares. Ya me he reunido con los hosteleros e irán abriendo poco a poco. Respecto a los comercios, todos los que han podido han abierto. Así que poco a poco se va viendo una apertura del sector, algo que me alegra.

¿Qué le trasladan los hosteleros?

—Me trasladan preocupación. Aparte de las pérdidas económicas que han tenido también se preguntan cómo se va a comportar la gente ahora, si van a respetar las normas, si van a tener que controlar todo el rato el aforo de las terrazas… Están preocupados porque mientras solo puedan abrir el 50% de la terraza van a seguir notando las consecuencias en sus negocios. Desde el Ayuntamiento vamos a darles todas las facilidades que estén en nuestro alcance.

¿Cómo barajan ayudar al sector?

Aquí gobernamos en coalición los tres partidos: PNV, EH Bildu y Grupo Independiente, y hemos redactado un documento sobre el que estamos trabajando, de prestaciones y ayudas no solo a comerciantes y hosteleros sino a todo el habitante de Gorliz que cumpla con los requisitos que vamos a establecer para poder optar a estas ayudas. Estamos estudiando la exención de la tasa de terrazas y analizando los tipos de ayudas a ofrecer; no se le puede conceder la misma subvención a todo hostelero o comerciante, porque depende del tiempo que haya estado cerrado, de los empleados que tenga, si paga un alquiler o tiene el local en propiedad… Son muchas variantes y no se le puede dar la misma cantidad a todo el mundo, porque no sería justo. Hay que valorar todos los escenarios y estamos trabajando con el resto de partidos para ponerlo en marcha lo antes posible.

¿Hay casos graves de negocios que vayan a cerrar?

—No me consta que ninguno haya planteado no volver a abrir. Pero la situación es difícil y nosotros vamos a poner todo de nuestra parte para reactivar la economía municipal.

El Ayuntamiento lleva ya desde la legislatura pasada gobernando a tres bandas, pero ¿cómo se lleva eso en un contexto como este?

—Poniéndonos las pilas porque todo es para ya, todo es urgente. Nos imponen unas medidas desde el gobierno con muy poca antelación para saber a qué nos podemos enfrentar y cómo podemos solucionar lo que está en nuestra mano.

Tendrán que retocar el presupuesto del Ayuntamiento, ¿no?

—Sí, claro. Hemos tenido que paralizar muchísimas cosas y los consejos son que no gastemos, porque las aportaciones de Udalkutxa que recibiremos los ayuntamientos bajarán. Así que luego vendrán las vacas flacas. Nos han recomendado que gastemos con prudencia.

¿Qué proyectos tendrán que posponer?

—Íbamos a cambiar el césped del campo de fútbol y de momento vamos a esperar. Veremos a ver si se puede hacer el año que viene y como eso, muchas otras cosas van a tener que esperar, pero eso no quiere decir que no se vayan a hacer.

Aunque estaba previsto más a largo plazo, ¿puede afectar todo esto también a la construcción del auditorio?

—Para ello, aún tenemos que aprobar el Plan General de Ordenación Urbana y ahora mismo estamos en la fase de alegaciones.

¿Cómo piensa que será el verano en Gorliz?

—Nos suponemos que la gente que tiene su segunda residencia en Gorliz va a venir porque todo el mundo tiene ganas de salir, de sol y de playa. Y también estamos a la espera de cómo se van a abrir las playas, en qué condiciones y de lo que establezca la Diputación. Nosotros tomaremos las medidas que haya que tomar para lo que ellos dispongan.

¿Aunque haya limitaciones de acceso a la playa y, por lo tanto, menos aforo, mantendrán la OTA?

—Al finalizar la temporada pasada se prorrogó su contrato, que era de dos años más uno de prórroga. Es decir, en el periodo que teníamos para formalizar esa prórroga se hizo y este verano continuará en las mismas condiciones. El contrato está en vigor y continúa en los mismos términos y como no sabemos cómo va a ser el acceso a las playas…

La parte positiva de toda esta pandemia han sido las acciones solidarias; Gorliz tejió su red de voluntarios con Cruz Roja y se formó un grupo de costureras para hacer mascarillas en el que usted también participó.

El sentimiento solidario de la gente me ha sorprendido gratamente, los vecinos se están volcando muchísimo, quieren ayudar… Estoy muy contenta con todo el trabajo que están haciendo. El otro día mismo una chica vino y nos donó pañales para adulto, que tenía tres cajas grandes en casa y las trajo por si a alguien les venía bien. Y por ejemplo, Jangai ha acogido a 18 familias más de las que ya solía atender. Por nuestra parte, en todo lo que podamos ayudar al pueblo directamente lo haremos, porque estamos a su disposición.

“No me consta que ningún hostelero o comerciante se haya planteado no volver a abrir, pero la situación es difícil y vamos a ayudarles”

“El sentimiento solidario de la gente me ha sorprendido gratamente, los vecinos se están volcando muchísimo, quieren ayudar”