- La ventana de Koldo Montes, en lo alto de Leioa, se ha convertido en la cabina del DJ de una discoteca a cielo descubierto. Desde arriba de Monte Ikea - "Yo vivo en el quinto, así que estoy en el pico más alto de Leioa, sin tener en cuenta la parte de la universidad", indica- sus sesiones especiales de cuarentena hacen bailar a buena parte del municipio. Energía de la buena para tiempos alicaídos. Koldo es DJ Koldo Kalamar, un nombre de larga trayectoria ligado a clásicas salas como Non, Jazz Berri o Image, que desde que empezó el aislamiento decidió pinchar al virus desde su casa y para sus vecinos.

Así que Leioa disfruta de un auténtico DJ in session. Porque Koldo es un profesional que utiliza su mesa de mezclas, cuatro altavoces apuntando a distintas direcciones, luces de colores y un micrófono para animar y lanzar dedicatorias desde una de las habitaciones de su piso. Vamos, como si estuviera en la cabina de una discoteca. Con pasión. Con fuerza. Con palabras de aliento. "Menos mal que esto me ha pillado con todo el equipo en casa", señala este leioaztarra, que suele actuar una vez al mes en El sitio, de Sopela, además de en otras salas, bodas y eventos. Pero claro, ahora DJ Koldo Kalamar pincha en su habitación. "Pongo música para todos los gustos. Mezclo entre tres y siete canciones. Empiezo a las ocho menos cinco y estoy hasta y cinco, aunque los viernes y sábado estoy un poco más", explica. No falta en sus sesiones uno de los lemas de estos días de confinamiento: Resistiré, del Dúo Dinámico, y a partir de ahí, en su mesa pueden aparecer "desde Raffaella Carrá hasta Marc Anthony". Es decir que Monte Ikea y buena parte del centro de Leioa pasan estas noches al ritmo de los años ochenta o los noventa, dándole un poco al reguetón, recordando éxitos discotequeros, dejándose llevar por el techno€ "Y los domingos suelo dedicárselo a los niños", desvela Koldo. Así que las canciones de hoy serán para esos peques que se están portando de maravilla ante esta situación y que salen a divertirse a los balcones y ventanas. "Hay que hacer cosas por los niños en esta situación", considera. Y para ello, este DJ cuenta con un colaborador de primera, su hijo de 4 años. "Él nunca me había visto pinchar", afirma el orgulloso aita. Y claro, se lo pasa pipa.

Koldo tiene todo preparado y cuando se acercan las 20.00 horas, levanta la persiana y empieza la fiesta. Además, la retransmite en directo a través de su Facebook y los vídeos quedan colgados en su perfil. "Empecé con unas 200 reproducciones y ya van unas 2.000", agradece. Y eso que Koldo no tenía pensado hacer tantas sesiones desde la atalaya de su habitación, pero a los vecinos les pareció una estupenda idea ponerse a bailar cuando cae la noche y que así, además, los aplausos de homenaje sean de lo más marchosos. "Ya se ha convertido en un hábito. Yo lo hice el primer día y luego pensaba dejarlo solo para los fines de semana, pero la gente me lo pedía y me animaba: Venga Koldo. Y la verdad es que cada día hay más linternas de móvil desde las ventanas y balcones. Es algo muy chulo", comenta.

DJ Koldo Kalamar, encima, siempre tiene palabras de agradecimiento para "los sanitarios, los conductores de ambulancia, las trabajadoras en residencia, el personal de los supermercados€", enumera. Y también, dedicatorias que le pide la gente por redes sociales. "Me han hecho llorar ciertas cosas", admite. "A mí todo esto me llena mucho", destaca. Por ejemplo, el pasado viernes puso el himno del Athletic en memoria de Gonzalo Gutiérrez Eceolaza. También ha felicitado a cumpleañeros o lanzado ánimos a quienes más lo necesitan.

Y es que Koldo opina que toda esta crisis del coronavirus deparará efectos positivos, como la unión entre vecinos. "Ya estamos notando que todo esto nos une más: te ves más con todos, conoces al que no conocías...", asegura. Eso lo percibe él desde su ventana, un lugar que nunca había imaginado que pudiera convertirse en su sala de fiestas. Así que este espacio tan personal se une a su recorrido de cerca de veinte años como DJ. "Desde que a los 16 años me regalaron una mesa de mezclas no he parado", desvela. De ahí que haya pinchado en los lugares más conocidos de Euskadi. De hecho, fue tercero en un concurso del Scanner, de Donostia, en 2008. La otra pasión de Koldo es la cocina y esa es, precisamente, la profesión que le da de comer. Es cocinero en Jolaseta, pero, en estos tiempos de crisis sanitaria, no está trabajando. Así que la música está llenando y emocionando buena parte de su jornada.