Leioa - La alcaldesa de Leioa, Mari Carmen Urbieta, al igual que otros ediles que no optan a revalidar su puesto, encara el final de una etapa. Así que son momentos de emoción, de recuerdos, -de un cierto alivio seguro que también...-, y de despedidas. Urbieta, en este sentido, no quiso dejar su cargo sin decir agur a sus asesores más mimados. La regidora de Leioa estuvo con el Consejo de la Infancia por última vez y, además, dio a sus integrantes dos sorpresas: un parque llevará el nombre de este órgano consultor y un roble junto a Sakoneta será un punto emblemático de reunión para los miembros que año tras año vayan componiendo este pequeño consejo de sabios.

Urbieta ha estado en contacto “directo” durante todo su mandato con este equipo conformado por alumnos de 10 a 14 años de los centros educativos. Hace precisamente cuatro años, en la antesala de las pasadas elecciones municipales, este periódico asistía a una de esas reuniones de trabajo entre la alcaldesa y sus asesores más simpáticos. Las cuestiones y los comentarios que le dirigían a Urbieta los jovenzuelos eran variopintas. Esto es lo que trasladaba la crónica escrita entonces: Unas son preguntas que se las traen: “¿Qué podríamos hacer los niños para sacarnos unos eurillos sin que esto choque con nuestro derecho a no trabajar?”. Otras son peticiones adelantadas en el tiempo: “Queremos un aumento de salario para los barrenderos y los empleados de la limpieza, que ganan solo 18.000 euros al año”. Y algunas son apreciaciones de lo más graciosas: “¡Ya somos muchos vecinos en Leioa!”.

La alcaldesa leioaztarra ha puesto en valor muchas veces el papel de este órgano y ha destacado que “los niños no hacen propuestas al Ayuntamiento dirigidas para ellos, sino para toda la población”. Así, en todo este tiempo, la primera edil y esta asamblea han abordado distintos y numerosos temas, entre ellos, el de una petición que hizo el Consejo de la Infancia: que un espacio o monumento recordara a los vecinos de Leioa su existencia y su trabajo. “En ello ha estado trabajando el Ayuntamiento intentando elegir la mejor opción”, señalan fuentes municipales. Y en este último encuentro, Urbieta pudo dar a los niños la noticia: el Consistorio dará su nombre al parque situado justo encima de Aldapa. Se trata de una zona verde que ha estado cerrada hasta el momento para que el arbolado plantado allí pudiera tomar el porte necesario. Próximamente será abierto y será conocido como el Parque del Consejo de la Infancia.

Símbolo Además de esto, el arquitecto municipal, Antón Uncilla, desveló otra sorpresa a los asesores. Les dirigió a la recién renovada calle Sabino Arana y les situó frente al roble que descansa junto al polideportivo Sakoneta. Allí les explicó que ese roble se convertirá en el símbolo por excelencia del Consejo de la Infancia, al igual que el árbol de Gernika lo es de las Juntas Generales de Bizkaia. En las faldas de este roble se colocarán veinte piedras que marcarán los asientos de cada uno de los integrantes para que organicen allí sus reuniones más especiales.