Hace más de una década, la mallabiarra Karmele Gisasola rompió con sus miedos e inseguridades para armarse de valor y comenzar a disfrutar con los herri kirolak. Coincidiendo con la programación de 8 de marzo, el Ayuntamiento de Mallabia quiso ensalzar la trayectoria de la deportista el pasado domingo con un homenaje en el frontón municipal. A sus 27 años, es la actual campeona de Euskadi de levantamiento de piedra y de yunke. La afición le llega de familia y practica todo tipo de deporte rural vasco. Como hija de Zelai I, uno de los harrijasotzailes más míticos, Karmele también pertenece a la saga. Fue precisamente su aita la persona que le animó a dar el paso. "Cuando era pequeña no me atrevía a competir porque no veía a mujeres en las plazas. Mi hermano y mi primo sí que empezaron desde niños. A los 17 años mi padre me animó y empecé con mi prima", recordó satisfecha de la decisión tomada y agradecida con el reconocimiento.

El camino no ha sido sencillo. El hecho de que los hombres han sido históricamente los únicos protagonistas del deporte rural vasco dificultaba la presencia de mujeres en las plazas. En este sentido, Karmele defendió que "no creo que los herri kirolak sean machistas. Lo que pasa es que siempre ha sido un mundo de hombres, pero afortunadamente las cosas han cambiado. Con cariño y admiración también recordó cómo su abuela "levantaba piedras en casa, pero nunca salió a las plazas porque no estaba bien visto y se quedaban en casa; no tenían el derecho de salir a la plaza", lamentó la deportista insistiendo en que "no tenemos que olvidarnos de todas esas mujeres que, como mi amama, no tuvieron la oportunidad de salir a la plaza".

La escasa presencia de mujeres impide poder presenciar competiciones en todas las disciplinas. En ese sentido, las exhibiciones son frecuentes en las distintas plazas de Euskal Herria, entre ellas la que se celebra en fiestas de Bilbao. "Ojalá podamos hacer competiciones todos los años como lo hacen los hombres. Salimos para enseñar que nosotras también podemos hacer; no es una cosa de género", apuntó reivindicativa.

Reconociendo que "me he sentido arropada en la plaza", el pasado 27 de febrero Karmele batió su mejor marca y lo hizo en Mallabia, levantando la piedra de cien kilos. "En casa realicé dos intentos; uno salió bien y otro mal. Afortunadamente en cinco minutos hice seis alzadas y terminé muy contenta a pesar de que no gestiono bien los nervios", reconoció.

Satisfecha con el camino logrado, Karmele ya piensa en la prueba del próximo 20 de junio. Y es que, por primera vez, disputará un pentatlón femenino en la plaza de toros de Tolosa. La prueba consistirá en levantamiento de piedra de 63 kilos, arrastre de piedra de 250 kilos, corte de troncos, transporte de txingas de 25 kilos y correr. "Nunca se ha hecho con mujeres y lo haremos en parejas. Estoy aprendiendo a cortar troncos, coger técnica en arrastre de piedra y lo que más miedo me da es correr. El otro día vinieron a casa las seis que vamos a hacer el pentatlón y nos ayudamos en todo momento", agradeció ensalzando la deportividad existente entre ellas. Tomándoselo en todo momento como un hobby, Karmele espera que aquella decisión que tomó hace más de una década puede servir para animar a otras mujeres. En definitiva, que den el salto a la plaza y disfruten de los herri kirolak. Además, la mallabiarra no descarta enseñar a los más jóvenes cuando deje la competición y fomentar así el relevo generacional. "Todavía me veo bien y espero seguir acudiendo a las plazas y enseñar lo que puedo hacer. Todavía nos queda mucho camino por hacer, hay que seguir luchando y animando a las mujeres a que practiquen herri kirolak", zanjó Karmele Gisasola.

"Hay que seguir luchando y animando a las mujeres a que practiquen herri kirolak"

Deportista mallabiarra