N tiempos complicados, Berriz ha vuelto a demostrar su lado más humano. Esta vez han sido las costureras del colectivo de la tómbola solidaria. Y es que, a raíz del estado de alarma, varias voluntarias barajaron la posibilidad de elaborar mascarillas y pantallas faciales que ayuden a evitar contagios en el municipio. "Llegó a nuestras manos un tutorial del Hospital Santiago Apóstol de Gasteiz para hacer mascarillas de tela. Valoramos la posibilidad de hacer este trabajo y pensamos que sería factible. Se envió un WhatsApp al grupo de la tómbola, y unas cuantas compañeras contestaron afirmativamente", repasan Bego Aginaga, Aurora Peña y Arantza Barrainkua sobre el nacimiento de esta iniciativa.

Con el ambicioso objetivo de poder entregar una mascarilla y pantalla facial a cada vecino del municipio, las aficionadas a la costura han dado respuesta a los cerca de 4.700 berriztarras. Para conseguirlo, las voluntarias se pusieron en contacto con el Ayuntamiento que valoró muy positivamente la iniciativa y se ha responsabilizado de la adquisición del material para su elaboración. En este sentido, la administración local se encargó de preparar un protocolo para que se pudiera desempeñar la tarea de una manera organizada y segura para todas las partes implicadas. Dentro de este protocolo se contemplaban los procesos de entrega de material en los domicilios, confección de las mascarillas y pantallas de manera segura y reparto a la población. "El Ayuntamiento nos hizo llegar material homologado para confeccionar las mascarillas, alcohol, gomas, medidor para marcar y bolígrafos. En casa ya le he tenido al marido cortando las gomas", relata entre risas la voluntaria Arantza Barrainkua, quien insiste en que "han habido muchas más personas implicadas en el proyecto, y queremos mostrar nuestro reconocimiento y agradecimiento a todas ellas".

La confección de mascarillas es una labor nueva para todas las voluntarias. Aficionadas al ganchillo, el punto o el pathwork, nunca habían trabajado con este tipo de material y poco a poco han ido perfeccionando la técnica. Con cerca de 500 mascarillas realizadas, las tareas de confección se han incrementado estos meses en el local que la entidad dispone en la calle Alcaraz. Han sido una decena de voluntarias las encargadas de coordinar este proyecto solidario que, además de mantenerles entretenidas, les ha permitido ayudar a los demás. "En cuadrilla se hace más ameno. El sentimiento de satisfacción de ayudar a los demás, es lo más grande que te queda. Gracias a la colaboración de todos, hemos ayudado a gente del pueblo y eso es lo más enriquecedor", explica Bego Aginaga, que lleva más de veinte años ligada a la tómbola solidaria.

Reconociendo que "la situación actual que estamos viviendo nos produce tristeza y preocupación", las voluntarias berriztarras se mostraron agradecidas con la respuesta obtenida de la ciudadanía. "Berriz es un pueblo solidario y más cuando la situación aprieta. Queremos agradecer la ayuda que hemos recibido de tantísima gente", subrayan las berriztarras.

La tómbola solidaria de Berriz, que se organiza desde Cáritas, ha celebrado este año su 29 edición. La consolidada entidad venía funcionando desde antes ayudando a países en vías de desarrollo (proyectos en Chile, Venezuela y Congo) y algunas familias del municipio. Este sorteo está gestionado por más de una veintena de voluntarias que se juntan semanalmente para realizar labores de costura que luego sortean en una tómbola solidaria que se compone también de regalos que donan todo el año berriztarras, comercios y distintas empresas de la zona. En diciembre, con el material recogido y la venta de boletos a un euro cada uno, se llevan a cabo tres sorteos la semana previa a Navidad repartiéndose 1.350 regalos. Su trayectoria y labor solidaria fue reconocida hace dos años en los XI Laboral Kutxa DEIA Hemendik Sariak.