Con el caos y el colapso sanitario provocado por el covid-19, la escasez de material de protección se convirtió en una realidad y en una necesidad a contrarreloj. Con el paso de los días, la falta de EPI vislumbraba un escenario incierto e inseguro. En este contexto, comenzaron a surgir movimientos de solidaridad para poder hacer frente a la expansión del virus y ayudar a los que debían seguir trabajando. En el caso del Taller de Costura Matiena, María Jesús Medela, no dudó en convencer a sus compañeras para poner sus máquinas de coser a pleno rendimiento y fabricar cerca de 5.000 mascarillas de tela TNT sanitario que ya han sido repartidas por todo Bizkaia.

Con más de 25 años de experiencia en el mundo de la costura, Domi, Visi y María Jesús llevan casi cuatro años al frente del pequeño taller de Matiena en Abadiño, realizando arreglos y modificaciones de ropa, confección de cortinas y bordados. Una labor que tras el inicio del estado de alarma se tuvo que paralizar.

Tras el bajón de los primeros días, María Jesús asegura que pronto se dio cuenta que tenía que empezar a moverse. “Vi toda la falta que había de mascarillas, la situación que había y empecé a mirar con distintos proveedores las opciones de material que había. Al final encontré una empresa que podía enviarnos la tela adecuada y se lo comenté a mis compañeras”, relata.

Domi y Visi se sumaron a la iniciativa solidaria de María Jesús y con la ayuda de Rosi, Matilde y Bego, también costureras, comenzaron a tejer una red de ayuda para confeccionar mascarillas. De esa forma, desde el taller se pusieron en contacto con Mikel Garaizabal, alcalde de la localidad, para ver si podían ayudarles en algo y “el Ayuntamiento asumió el coste del material de toda la tela y nosotras poníamos la mano de obra”.

María Jesús agradece todo el apoyo que han recibido para poder “organizar una especie de cadena solidaria donde el taller se convirtió en una especie de punto de recogida y llegada de material. En Gernika nos cortaron la tela y luego un vecino de Matiena, Iván, se encargaba de repartir y distribuir las mascarillas”, detalla.

Día tras día, desde el pasado 25 de marzo, las seis costureras han estado cosiendo mascarillas para hacer frente a la necesidad de EPI en Abadiño, del centro de salud, de la residencia de Atxarte y de los comercios locales, pero también se han podido repartir en hospitales, ambulatorios, comercios y residencias de toda Bizkaia y llegando incluso a Villasana de Mena, en Burgos. En total cerca de 5.000 mascarillas que ayudarán a proteger a sanitarios y trabajadores del covid-19.