El Ayuntamiento de Garai seguirá preservando y cuidando el entorno de la ermita de San Juan de Momoitio, un lugar de enorme valor histórico. Para esta tarea de conservación y mantenimiento, el Consistorio ha puesto en marcha una serie de iniciativas que sirvan para garantizar el futuro de la ermita y sus alrededores, que cuenta con una gran variedad de especies de árboles como robles, encinas, laureles y hayas.

En este sentido y para conocer el estado de conservación y vitalidad de estos ejemplares, el Ayuntamiento ha realizado ya un primer estudio determinando que algunos se están secando y debilitando, mientras que otros corren el riesgo de romperse como consecuencia de los fuertes vientos. Ante esta situación, la administración local anunciaba que se procederá a la poda de algunos árboles para que no supongan un peligro y se instalarán algunos anclajes para evitar la caída de algún otro y fijar su preservación.

Asimismo se elaborará un plan de gestión del lugar que incluya entre otros aspectos evaluaciones periódicas cada tres-cuatro años, la elaboración de carteles informativos sobre el nicho ecológico de los árboles viejos y la madera muerta, la realización de podas selectivas de algunos ejemplares, así como la plantación de árboles que puedan ser la siguiente generación de robles y encinas viejas del lugar. También se intentará aligerar la compactación del terreno del entorno tratando de no lesionar las raíces de los árboles existentes.

Los orígenes del entorno de San Juan de Momoitio datan del siglo II después de Cristo. Ya en el siglo IX la iglesia se convirtió en el centro religioso y social de la aldea de Momoitio.

Además de su función religiosa era el centro para la celebración de reuniones, toma de decisiones y resolución de los conflictos de la comunidad. Situado en un enclave privilegiado, la ermita esconde un mirador excepcional de la gran mayoría de montes de toda la comarca de Durangaldea. -