AMOREBIETA. Según recoge la resolución del Defensor del Pueblo Vasco sobre esta queja, el agente de la Guardia Urbana trasladó el pasado mes de enero al Ararteko una protesta por que el Ayuntamiento de Amorebieta vulneraba sus derechos lingüísticos.

El agente, según alegaba, no podía desarrollar su labor porque los impresos y la aplicación informática con la que trabajaba sólo estaban en castellano, mientras que el jefe de la Guardia Urbana y muchos de sus compañeros desconocían también esta lengua.

Tras la intermediación del Ararteko, el Ayuntamiento de Amorebieta analizó "en profundidad" la situación y formuló varias propuestas para garantizar el derecho de la ciudadanía y de los empleados municipales a comunicarse en euskera.

Entre otras medidas, el Consistorio se comprometió a que todos los documentos con los que trabajen los empleados de la Institución local sean siempre en euskera y a escribir en el idioma del demandante los procedimientos realizados fuera del Ayuntamiento.

El Consistorio recordó, de igual forma, que el jefe actual de la Guardia Urbana es "euskaldun" y "plenamente capaz de desempeñar su trabajo en euskera".