Durango - El domingo correrá su cuarto maratón y lo hará en Londres. Ha pasado más de una década desde que el durangarra Andoni Iruarrizaga se marcara el objetivo de completar la Behobia-San Sebastián y ahora las carreras se han convertido en su gran pasión.

Fue en una comida del equipo de fútbol de su sobrino donde Óscar Arbulu le animó a participar en la prestigiosa prueba. Reconociendo que “salvo jugar al frontenis de vez en cuando apenas hacía deporte”, Andoni empezó a entrenar por su cuenta con la idea de completar el reto. Una inoportuna lesión le privó de intentarlo ese año pero en 2009 finalmente logró cruzar la meta y completar así sus primeros veinte kilómetros. “Mi hermana Itziar había superado un cáncer de mama y pude dedicarle mi primera carrera”, apuntó satisfecho el durangarra rememorando aquellos inicios.

A partir de la Behobia-San Sebastián, los entrenamientos fueron más frecuentes y Andoni descubrió que el hecho de correr le hacía sentirse bien. Fue entonces cuando comenzó a tomar parte en diferentes carreras populares y en sus primeras participaciones contó con la ayuda de un amigo gasteiztarra, Fernando Agirre, que le dirigía y aconsejaba en los recorridos. Adquirida la experiencia necesaria, Andoni comenzó a quedar también con amigos de Durango convirtiéndose en un asiduo a este tipo de pruebas. Muestra de ello, de las últimas diez Behobia-San Sebastián ha completado ocho. “Una me lesioné y tuve que dejarlo y otra no pude acudir”, repasó con memoria añadiendo que “es la prueba popular más bonita que he conocido donde más ambiente se respira desde el kilómetro uno hasta la meta”.

Una vez cogida la medida a las pruebas de 20 kilómetros, Andoni, que de pequeño jugó al fútbol y lo dejó en los juveniles de la Cultural, se animó a tomar parte en su primera maratón con un compañero de trabajo. Fue hace cuatro años en Málaga y “se nos hizo muy dura, pecamos de inexpertos y la terminamos en poco más de cuatro horas”, recordó con sinceridad. Era la primera vez que se enfrentaba a la distancia de los 42 kilómetros y 195 metros y lo hizo con algo que siempre le acompaña en los maratones: su camiseta del Athletic con el nombre Iru a la espalda. “Ya que es la reina de las pruebas se me ocurrió correr siempre con la zurigorri”, reconoció el que es socio del club bilbaino desde 1980.

La segunda experiencia de Andoni en un maratón fue en 2016 en Madrid y logró bajar su marca completando la prueba en 3 horas 51 minutos. Sin dejar de tomar parte en medios maratones y carreras populares, al año siguiente completó el maratón de Donosti y lo hizo mejor preparado ya que contó con ayuda profesional. El tiempo del durangarra fue 3 horas y 23 minutos y “al igual que en Madrid, también con la camiseta del Athletic”, apuntilló entre risas.

Su última experiencia en un maratón fue la del año pasado completando el de Berlín y este domingo acudirá con su mujer, Idoia, y sus dos hijos, Unai y Miren, a intentar cruzar la meta en Londres. Tras la experiencia británica, Andoni tiene nuevos retos. Y es que en noviembre viajará a Nueva York para completar otro de los maratones más prestigiosos del mundo. Le acompañará su mujer para celebrar el 50 cumpleaños de ambos y revivir de paso su viaje de novios.

Las seis grandes Reconociendo que “sufro más en lo físico que en lo psicológico”, Andoni Iruarrizaga sueña con otro hito. Y es que fue en la prueba de Berlín donde le hablaron de las Six Majors, Grandes del Maratón Mundial. Se trata de una competición de las maratones más prestigiosas del mundo: Berlín, Londres, New York, Chicago, Boston y Tokyo. Cumpliendo sus dos próximas citas, le quedaría la mitad de maratones para completar todos y recibir así la denominada Six star medal. “Es la que se consigue una vez completados los seis maratones. Me encantaría lograrlo”, aseguró el durangarra. Seguro que cumple.