La capital vizcaina aspira a convertirse en una ciudad libre de emisiones y más amable con el peatón. Dentro de esa estrategia, el uso de medios sostenibles, como la bicicleta, juega un papel primordial. Eso sí, el futuro de una villa sobre dos ruedas pendula, en gran parte, en subir a los velocípedos a los niños de hoy en día. Por ello, el Ayuntamiento de Bilbao va a empezar a impartir en los centros escolares un programa para que aprendan a circular de forma segura por la ciudad, que incluirán tanto nociones teóricas como prácticas en las propias calles de la villa.

El Pacto de Movilidad Sostenible, firmado en 2018 por todos los partidos políticos con representación municipal, abre un nuevo paradigma a la hora de moverse por la ciudad, donde el coche no tiene preferencia; en su lugar, se priorizan las formas de desplazamiento sostenible y eficientes, como la peatonal, el transporte público o la bicicleta. Pero más allá de las infraestructuras necesarias para hacer posible incorporar las dos ruedas para moverse por la ciudad, es necesario también incidir de forma importante para promocionar su uso.

"La educación y la formación de las personas usuarias, y especialmente de las potencialmente usuarias es un aspecto fundamental. Las personas usuarias de dentro de 10 años son las y los niños de ahora", inciden desde el área que dirige Nora Abete. Por todo ello, el Consistorio bilbaino va a poner en marcha el curso que viene el programa Bizikleta Eskolan/La bicicleta en la escuela, dirigido al alumnado de 5º y 6º de Educación Primaria y 1º y 2º de ESO, con la previsión de mantenerlo en los años siguiente. El objetivo es que los niños y jóvenes aprendan a circular en bicicleta de forma segura y adquieran las habilidades técnicas y la confianza para conseguir que terminen eligiendo la bicicleta para realizar sus desplazamientos habituales, por ejemplo para acudir a diario a su instituto o colegio.

El programa, similar a otros con años de experiencia a nivel europeo y estatal, se imparte ya con gran éxito en ciudades como Gasteiz, Iruñea o Zaragoza; en la capital navarra, por ejemplo, la iniciativa ha duplicado este curso el número de centros educativos participantes y alcanza a más de 2.500 niños. Las clases se impartirán en horario lectivo y están abiertas a todos los centros escolares de la capital vizcaina, tanto públicos como concertados, a los que se presentará la iniciativa y serán, en última instancia, los que elijan participar en él o no.

MÉTODO DE APRENDIZAJE

La metodología será principalmente práctica aunque también se impartirán nociones teóricas. Así, en primer lugar los escolares aprenderán todo lo relativo a la bicicleta en sí, como su puesta a punto y cómo realizar las comprobaciones de seguridad pertinentes antes de subirse a ella: hinchado de ruedas, frenos, altura del sillín, accesorios de seguridad, vestimenta adecuada... También se enseñará a los alumnos que así lo necesiten a montar en bici desde cero, en sesiones que se desarrollarán en los patios de los colegios, marcando para ello con vallas, señales y conos circuitos que deberán recorrer.

Con estas sesiones practicarán a subir y bajar de la bicicleta sin ayuda, arrancar sin ayuda externa, el uso de los frenos y las marchas, el control de las distancias con obstáculos fijos y móviles, y todas las habilidades que son necesarias a la hora de desplazarse en bicicleta: saber controlarla con una mano para poder señalizar los giros, paradas de emergencia, circulación lenta, giros pronunciados, mirar hacia atrás, mantenerse en línea recta, realizar una parada de emergencia controlando la bicicleta, saber esquivar un objeto... Antes de pasar al siguiente nivel, que son las prácticas en la calle, se evaluará si cada alumno tiene la habilidad suficiente para hacerlo o necesita más prácticas en un entorno cerrado y seguro. En el caso de los centros que no dispongan de patios cubiertos, se evaluarán y buscarán otras fechas alternativas para impartir esta sesión.

Finalmente, los escolares realizarán prácticas de circulación en las calles de la ciudad, en grupos reducidos y acompañados de monitores, incluyendo en el recorrido tanto bidegorris como vías públicas. Aquí aprenderán la posición en la calzada en diferentes tipos de vía, giros en intersecciones con y sin prioridad, comprobaciones visuales y auditivas, saber cómo atravesar pequeñas rotondas... En las sesiones prácticas en los patios habrá al menos un monitor por grupo y en las que incluyan salidas a la vía pública, al menos dos monitores por cada 15 alumnos, uno abriendo y otro cerrando el grupo. Estos recorridos por la calle se diseñarán junto a cada centro educativo.

Se ofrecerán, además, actividades de refuerzo para los alumnos que no hayan adquirido las destrezas necesarias para una correcta conducción en la calle. Tendrán una duración máxima de ocho horas, que podrán dividirse en sesiones de dos.Los cursos tendrán una duración mínima de diez horas, incluidas las tres sesiones ordinarias de formación -aula, patio y salida exterior- y se impartirán a un mínimo de diez alumnos, con un máximo de treinta, a excepción de las actividades de refuerzo.

CASCOS Y CHALECOS

El programa municipal dispondrá de bicicletas para los escolares que no dispongan de ellas -aunque es preferible que lo hagan con la suya, si tienen, porque es con la que estarán más familiarizados-, así como chalecos reflectantes y cascos para todos ellos. En el caso de los alumnos que lleven sus propias bicicletas, se comprobará que son aptas para realizar las actividades, que se encuentran en buen estado de uso y que cumplen con todos los requisitos necesarios para su uso.