El Ayuntamiento de Bilbao va a someter a una puesta a punto a la chimenea del Parque de Etxebarria. Se trata de trabajos de mantenimiento que permitan garantizar su durabilidad, que comenzarán esta misma semana y se prolongarán durante mes y medio -que podría acortarse si el buen tiempo lo permite- con un presupuesto de 38.400 euros.

Tras un diagnóstico de la chimenea redactado por la empresa Tecnalia y un análisis previo de la estructura, tanto por su cara interior como la exterior a fin de comprobar el estado de todos sus elementos, se han establecido como prioritarias una serie de actuaciones que ahora se van a realizar.

En ese sentido se repondrá el zuncho o refuerzo perimetral metálico en la parte superior, a una distancia de aproximadamente 1,30 metros de la cabeza de la chimenea.

Además, se sanearán y pintarán los refuerzos que se encuentren en mal estado; y se sustituirá el relleno entre estos y el fuste de la chimenea; se comprobará el apriete de todos ellos, y se reapretarán si fuera necesario.

Para abordar esta intervención y acceder a las distintas partes de la estructura se utilizarán dos grúas, de 60 y de 120 toneladas, respectivamente.

PASADO INDUSTRIAL

La chimenea, que da nombre al parque, es la única superviviente de la fábrica metalúrgica que la familia de Federico de Echevarría levantó sobre los terrenos del caserío Rekalde.

En esta fundición se instaló en 1894 el primer horno Siemens montado en el Estado, aunque la chimenea de hierro y ladrillo no es tan antigua, ya que se levantó en 1943 para dar salida a los humos procedentes de un horno de acero y, posteriormente, atender a un tren de laminación.

La fábrica cerró sus puertas en 1980 y ocho años después se desmantelaron las instalaciones para dejar paso al mayor parque de Bilbao.

La chimenea, con sus 25 metros de altura y su estructura de ladrillo, sigue siendo inconfundible y es testimonio vivo del desarrollo industrial que vivió tiempo atrás la villa.