La primera Semana Santa sin más restricción que la mascarilla en interiores no se podría haber imaginado más redonda. Bizkaia ha abrazado estas primeras vacaciones pospandemia que se acercan ya a la normalidad a la que estábamos acostumbrados con cielos despejados y una temperatura muy veraniega. Sin embargo, el buen tiempo no ha conseguido que los vizcainos apuesten por sus paseos y terrazas, ya que las ganas de viajar eran mayores. Sin embargo, las calles no están vacías, ya que cientos de turistas se han acercado a territorio vizcaino para disfrutar de la Semana Santa.

En las carreteras ya el pasado viernes se sintió la operación salida, en la que cientos de vizcainos acudían a sus segundas residencias en Cantabria. A las 15.00 horas del viernes comenzó la operación especial de Tráfico por la Semana Santa, el período del año donde se produce un mayor número de desplazamientos en poco espacio de tiempo. Hasta 14,6 millones de viajes espera la Dirección General de Tráfico (DGT) que se produzcan hasta el lunes 18 de abril, festivo en varias comunidades autónomas, entre las que se encuentra Euskadi.

Entre los viajeros vizcainos, priman los desplazamientos por carretera a segundas residencias en Cantabria, ya que según afirman desde diversas agencias de viajes de la capital vizcaina, los desplazamientos a Iparralde han descendido de forma notable, algo que hace años era uno de los viajes más icónicos en Semana Santa. "Los vizcainos apuestan por las segundas residencias en Cantabria más que ir a la zona de las Landas, es más la gente de Gipuzkoa la que se acerca a esa zona", explican desde Viajes García.

Asimismo, el sector asegura que esta Semana Santa se han reservado una gran cantidad de viajes aunque la guerra también se ha notado en el turismo: "Se ha trabajado bastante bien, aunque a última hora se han ralentizado un poco las salidas por la cancelación de ciertos vuelos charter a Polonia o Budapest", aseguran desde Viaje Jauregui, que llevan 30 años en el sector.

Una gran cantidad de grupos de turistas han podido verse este domingo por las calles de Bilbao. Las explicaciones de los guías turísticos podían escucharse tanto en castellano como en inglés. Las maletas rodaron por las calles con familias, parejas y amigos que han hecho que durante esta semana las cifras de ocupación hotelera se acerquen a las habituales, llegando los días festivos a superar el 90%, según indicó a este periódico el presidente de la Asociación Hotelera Destino Bilbao, Álvaro Díaz-Munío. Y es que esta Semana Santa los turistas cuentan con una nueva incorporación en la oferta hotelera, ya que hay que sumar el recién inaugurado hotel de lujo Radisson Collection, ubicado en el número 4 de la Gran Vía, en plena Plaza Circular.

En las terrazas también pudo verse una clientela más variada de la habitual, y es que la gastronomía vasca, los pintxos sobre todo, son una de las cuestiones que más atrae a los turistas. Las rutas por los bares bilbainos para degustar la gran variedad de pintxos que se encuentran en las barras son, sin duda alguna, un imprescindible de los turistas.

EL ATRACTIVO DE LA RÍA

Aun con el paso de los años, la ría sigue siendo uno de los mayores atractivos de Bilbao. Bilboats, la compañía naviera que ofrece recorridos turísticos por el cauce bilbaino, ha ofrecido durante este domingo, y lo hará durante toda la semana, tours para los turistas que quieran disfrutar del viaje. Hay quien se ha acercado a Bilbao con el viaje en barco por la ría reservado con antelación, pero también hay a quien le ha picado el gusanillo al pasear por Uribitarte y descubrir la posibilidad de visitar la capital vizcaina desde otro punto de vista, lo que hizo que una gran cantidad de turistas se agolparan ayer frente al cartel informativo del embarcadero. Además, la ría también ofrece la oportunidad de descubrir la zona oculta de los puentes, el ritmo de la ciudad desde la canoa, el paddle, o el big sup.

Aquellos vizcainos que han decidido pasar en casa las vacaciones, han aprovechado el domingo para llenar las playas. Muskiz fue una de las que desde el mediodía estuvo abarrotada. Los coches aparcados en los arcenes y en cualquier hueco posible dejaron patente las ganas de playa que tienen los vizcainos. Por el centro de Bilbao también se ha podido ver gran muchedumbre, y es que, además de los miles de fieles que se han acercado a la procesión del Borriquito, una vez terminada la procesión, estos pasaron a pasear por las calles de la capital vizcaina rodeados de turistas.

En el mercado de las flores que se celebra cada domingo bajo los Tinglados del Arenal se mezclaron también turistas y autóctonos, siendo estos primeros los que destacaban especialmente, ya que hacia dos años que la capital vizcaina no veía tal cantidad de turistas debido a la pandemia del coronavirus. Junto a las flores, que suponen un gran atractivo, las antigüedades que ahora también se ubican bajo los Tinglados atrajeron también a curiosos que visitaban la capital vizcaina por primera vez.

Para el resto de la semana se espera que la cantidad de turistas vaya en aumento y que los vizcainos sean cada vez menos, aumentándose los desplazamientos en los días festivos que comienzan el próximo Jueves Santo.