Otro acuerdo por unanimidad en el Ayuntamiento de Bilbao, que ha acordado extender a nuevos puntos de la villa su Programa de salud mental y bienestar emocional. Es una forma, una más, de combatir a la pandemia y sus perversos efectos en la ciudadanía.

Se trata de distintas herramientas para tratar de gestionar el impacto psicológico transferido por el covid-19 a distintos segmentos de la población. Porque nadie está a salvo de verse infectado .

El pasado año ya hubo acciones de calle y talleres on line para ayudar a abordar todas esas caras del malestar psicológico que, en muchas ocasiones se han acentuado desde el estallido de la pandemia en forma de aislamiento social, adicciones e incluso el suicidio.

Las sesiones on line, promovidas en colaboración con la organización vasca de covid persistente, llegaron a casi un centenar de personas; la mayoría mujeres. Y este año habrá más porque las personas usuarias han dado una muy buena nota a esta iniciativa.

Esa conclusión ha sido trasladada al pleno de Bilbao por Carmen Muñoz (Elkarrekin), proponente de esta iniciativa que ha salido adelante, por unanimidad, con una enmienda de modificación conjunta del equipo de gobierno (PNV y PSE) y la propia Elkarrekin Bilbao. En la misma se pide impulsar programas para mejorar la salud mental y el bienestar emocional en los distritos donde se detecte dicha necesidad.

Los que ya han arrancado son unas sesiones en el Centro Cívico de La Bolsa dirigidas, precisamente, a las mujeres y a su bienestar emocional "comprometido" por el covid-19. Durante diez martes consecutivos una profesional de la salud mental brinda todo su apoyo y conocimiento a diez mujeres "seleccionadas desde Atención Primaria [adscritas a las OSIs de Casco Viejo y Sáenz de Buruaga], con consumo activo de psicofármacos con prescripción médica y/o con criterio diagnóstico de ansiedad o depresión".

Así lo ha expresado Yolanda Díez, responsable de Salud y Consumo en el Ayuntamiento de Bilbao, quien también ha avanzado que los espacios de apoyo para adolescentes y jóvenes que han funcionado en 2021 en Zorrotza se extenderá a Ibarrekolanda este febrero y más adelante a Bilbao La Vieja y La Peña.

También las personas mayores tendrán su lugar en estas políticas de prevención. El aislamiento social por el miedo al contagio con SARS-CoV-2 ha empujado a muchas de ellas a la soledad no deseada, una circunstancia vital que quiere ser anulada con una medicina tan natural como la compañía de otras con quienes compartir un rato en distintos talleres municipales.

Aunque también la pandemia ha condicionado esta iniciativa: hasta 1.700 plazas se han previsto cuando en cursos precovid eran el doble. Este enfoque preventivo también alcanza a los centros educativos a los que se ofrece formación y asesoramiento para que el profesorado sea capaz de identificar conductas de riesgo.

También el año pasado arrancó otra iniciativa vinculada al duelo para ofrecer apoyo psicológico a personas que habían sufrido el fallecimiento de un familiar en algunas de las oleadas de la pandemia. Además, ya se está diseñando una estrategia integral para promover hábitos saludables, principalmente entre las personas mayores.